Es de bien nacido ser agradecido. Por ello, aunque no he tomado parte en el diseño de la campaña, limitándose mi contribución a aportar tiempo e ilusión en impulsarla en la medida de mis posibilidades, quiero dar las gracias como autor (coautor, mejor dicho) de Infección a todos aquellos que habéis apoyado de una manera u otra el crowdfunding de Z-Files. La cantidad que pedía Greyman Studios era ambiciosa, tanto como la envergadura del propio proyecto, y no era fácil conseguir el objetivo marcado; pero lo que pretendían, esa original apuesta mezcla de librojuego y cómic interactivo que habían concebido, justificaba perseguir el sueño. Y a pesar de que dicho sueño ha terminado reducido a eso, a una mera fantasía, para mí no ha sido en vano. Hemos conseguido que Expediente Z se conozca aquí y allende nuestras fronteras, que quede patente que la ficción interactiva se mueve en nuestro país, y con seriedad. No está mal.
Evidentemente, a todos nos hubiese encantado que la respuesta fuera mayor, pero no es la intención del presente artículo, ni mucho menos, analizar las causas de no haber alcanzado la ansiada meta. No, esto no es una reflexión post-electoral, es solo lo que el título sugiere: un reconocimiento a todos los que nos han ayudado y creído en nosotros. Sin fotos, sin imágenes, sin negritas. Solo unas líneas sinceras.
Han sido 230 personas ofreciendo 7.150 €, lo cual no se puede llamar fracaso precisamente. El proyecto ha gustado, y su potencial, su atractivo, han quedado de manifiesto. Doy gracias en especial a Ruber por sus esfuerzos en la promoción, a Greyman porque valoró la obra y quiso intentar con ella algo realmente espectacular, y a todos los artistas involucrados. No ha habido suerte esta vez… quién sabe si la habrá en otra.
Sea como fuere, y volviendo a hablar como autor de librojuegos, me considero afortunado por seguir escribiendo lo que me agrada sin hallarme acuciado (crucemos los dedos) por necesidades económicas o sentirme presionado por un público del cual pudiese depender mi travesía literaria. Aunque parezca un contrasentido, los que me conocen y sobre todo mis compañeros de aventuras (Jaco, Archi, Juanjo y tantos otros), saben que en mí se fusionan idealismo y realismo en una singular mezcla simbiótica. Por un lado, anhelo un resurgir real del género; por otro tengo clarísimo que nunca más se darán las circunstancias de novedad y nicho de mercado de los años 80. Pero no me importa. Es mi afición, mi compromiso. Mi gente.
Por eso, yo sigo a lo mío. En unos meses el Archi y yo entregaremos Outsider a Suseya, continuando la ruta iniciada con La Cofradía. Para ese momento ambos, junto con otros compañeros curtidos en estas lides, habremos fijado las directrices para el tercer y último episodio de Expediente Z. Que lo que el papel ha unido, no lo separe el digital.
No, no es momento de desanimarse porque la adaptación a cómic Z-Files no haya dado fruto. Quedan muchas aventuras por contar, y otras tantas por jugar. Hay autores, hay editoriales, hay seguidores. No somos Steve Jackson, Joe Dever o J. H. Brennan, ni SdH es Altea o Suseya Timun Mas. No estamos de moda. Pero nuestro bagaje es amplio, nuestra autoexigencia elevada y nos dejamos la piel en nuestros librojuegos. Y nuestros lectores lo aprecian. Yo, hoy por hoy, no preciso mucho más.
Para terminar, decir que este aparente conformismo no está reñido con una visión de futuro. Los librojuegos son solo una porción de la ficción interactiva; esta dispone todavía de mucho recorrido. Dédalo y sus miembros, con sus diversas y ricas dimensiones, son prueba de ello. Aparte del libro físico, el mundo digital permite hollar muchos caminos inexplorados (o renovar y revitalizar los ya seguidos); existen también juegos de mesa narrativos, así como numerosas fusiones entre géneros y formatos que llaman nuestra atención y nos tientan. Imaginación no nos falta. Así que, mientras quede voluntad y las fuerzas no flaqueen, ahí pienso estar, al pie del cañón. Con vosotros, si queréis acompañarme.
Fer, echadle un ojo a eso, noticia calentita de hoy mismo, puede ser de interés par alos amigos de Greyman Studios:
http://www.dev.org.es/es/noticias-a-eventos/noticias-dev/237-nueva-convocatoria-para-desarrollo-de-videojuegos-del-programa-media
Saludos!
Lo que dices es interesantísimo, Joseto. Ahora mismo se lo digo a Ruber.
Las frustraciones suelen venir, y hay que saber hacer frente a dichas frustraciones.
El asunto de Z Files, no el doy importancia, ya en el futuro lo conseguiremos.
Joseto, tú enlace tiene muy buena pinta.
Es cierto que se ha perdido una oportunidad, Adrián, pero estoy muy lejos de sentirme frustrado. Para nada. Esto como un librojuego: si una opción no resulta, se escoge otra.
Animo colegas, yo estoy con vosotros, podeis contar con mi hacha siempre. Que no decaiga.
Como bien dices Fer, es como un librojuego y se aprende a base de llegar a finales no deseados. Lamento que no se haya podido materializar el proyecto tal y como estaba planteado.