TÍTULO: Juego de Cartas
COLECCIÓN: Ediciones a la carta
NÚMERO: 1
AUTOR: Max Aub
ILUSTRADOR: Jusep Torres Campalans
EDITORIAL: Cuadernos del Vigia
AÑO: 2010 (segunda edición, 2014)
CARTAS: 108 jugables
Hay autores que, por su genialidad, le hacen a uno ser un poco más humilde. Este es el caso de Max Aub, una importantísima figura de nuestras letras no del todo valorada en los libros que nos enseñan literatura.
Viene esto a colación de una maravilla que me encontré recientemente y que jamás había sido publicada en España hasta que Cuadernos del Vigía apostó por su lanzamiento: un proto-librojuego de cartas.
Escrito en 1964, en México, Juego de Cartas consta de 108 naipes (más uno no jugable) con los palos de la baraja francesa y también de la española, en doble baraja. Cada carta, en su reverso, recoge una historia contada en género epistolar en la que se habla del difunto Máximo Ballesteros.
La mecánica es sencilla: se barajan los naipes y se reparte una carta a cada persona que tome parte del juego. Aquél que quede a la derecha del que repartió las cartas leerá en voz alta su texto correspondiente. Se procederá de igual forma con el resto de los jugadores. Terminada la mano, se vuelve a empezar como hemos indicado hasta acabar con todos los naipes. Ganará aquel jugador que adivine quién fue realmente Máximo Ballesteros.
Esta estructura, aparentemente tan sencilla, en realidad permite jugar de varias maneras, pues al tratar de recomponer la muerte del protagonista, llena de enigmas, nos encontraremos que (gracias al hecho de barajar de cada vez), la historia cambia.
Después de haber jugado unas cuantas partidas, llegué a la conclusión de que Max Aub tenía un excelente sentido del humor. Según fui descubriendo cómo era Máximo Ballesteros, más me acordaba de la película «Ciudadano Kane«, en la que (mediante testimonios de gente allegada al protagonista), el espectador iba recomponiendo la verdadera personalidad del individuo en cuestión. En este caso, Máximo Ballesteros me ha confirmado que era de la peor calaña que uno puede toparse en la vida: adúltero, mujeriego, egoísta, mentiroso, vividor, traidor, caradura, codicioso, violento, cobarde… una dicha de virtudes que me escandalizaron en la primera partida y me acabaron por hacer reír mucho en las últimas.
En apariencia, Ballesteros se voló la cabeza. Pero digo «en apariencia» porque muchas epistolas lo ponen en duda y aportan pruebas en contrario. Se cruzan en ellas las que escriben empleadas del hogar, amigos, amantes, compañeros de negocios, su esposa, su médico, su dentista… y ciertamente, pocos hablan bien de él. Sin embargo, no faltan las cartas (entendidas como epístolas o como naipes también, en este caso) que insisten en dejar a los muertos en paz y no indagar en su relación con los demás cuando estaban vivos. Obviamente, eso se debe a que alguien (su viuda) anuncia la muerte de Ballesteros a varias personas y les pregunta por su relación con el mismo en el pasado, hecho que subyace entre líneas en toda la trama.
Cuanto más jugaba, más me apetecía seguir jugando. Según salían los naipes, iba descubriendo quién era ese bicho y por qué había tal cruce de cartas entre los diversos protagonistas del juego. Además, Max Aub nos deleita con un estilo muy variado de formas de expresión, en las que cada sujeto escribe en su forma propia y con sus motivos particulares. Por poneros un ejemplo, hay incluso una persona que redacta la carta llena de faltas de ortografía, pues carece de formación académica de cualquier tipo.
Cuadernos del Vigía ha hecho una excelente edición, de la que os adjunto su ficha técnica. Los tarjetones que representan las cartas son de una calidad notoria, buen gramaje y a todo color. El reverso es en azul o rojo, dependiendo de si la baraja es española o francesa y el cuerpo de la tipografía se lee sin ningún problema. Es un lujo que os recomiendo adquirir y que disfrutaréis mucho, tanto por su calidad literaria como por su jugabilidad y su carácter de obra exquisita y rara.
El conjunto (estuche, instrucciones, tarjetones) es elegante, práctico y llamativo. Si en la página web de la editorial llama la atención, al natural, impresiona. Los editores han tenido, incluso, el detallazo de incorporar una faja de papel de estraza que abraza los naipes para poner orden en ellos. Es más: las cartas vienen ordenadas por palos y secuencialmente. Acostumbrados como estamos a la poca calidad en general de casi todo, este tipo de cuidado y buen hacer no podemos más que celebrarlo.
En cuanto a los dibujos a todo color, están hechos por Jusep Torres Campalans, un heterónimo del propio escritor. El trazo es colorista y sencillo, hecho a tinta y de línea ligada, acorde a la estética de los tardíos años sesenta y completamente integrados a las modas actuales.
Poco puedo decir ya. Hay una nota redactada por los editores de Jugamos Todos referida a este juego y que podéis consultar aquí. Además, en el número 138 de la «Revista de Literatura«, año 2007, José R. Valles Calatrava hace un estudio académico formidable sobre este juego. Os dejamos el mismo en la sección de «Descargas Académicas» para vuestra consulta. Os permitirá pormenorizar mucho más en este experimento tan interesante de Aub.
Por último, a aquellos amantes de las cosas raras y de calidad que tengan curiosidad por este juego narrativo, les adjunto la página web de Cuadernos del Vigía, en la que podrán adquirir esta curiosidad: