Elige tu propia aventura: el sueño de Packard y Montgomery
Autor: Francisco Tapia | Categoría: General | Etiquetas: Choose your own adventure, CYOA, Edward Packard, elige tu propia aventura, ETPA, Ray Montgomery
Tras la reciente reedición por parte de Ediciones Saldaña de los librojuegos de la mítica serie Elige tu propia aventura (web oficial), surge de nuevo el interés por este tipo de lectura, sobre todo porque aquellos niños que fueron embelesados por las historias interactivas se han convertido en padres que enseñan a sus hijos a disfrutar de aquellos libros que llenaron su infancia y adolescencia.
Ciertamente, hay colecciones que han seguido manteniendo encendida la antorcha, por ejemplo, los libros de Editorial Hidra y su colección Tú eres el protagonista. Sin embargo, la referencia que todos los adultos tienen de los inicios de la literatura interactiva son aquellos libros de tapas en color rojo en los cuales se podía elegir entre varios finales posibles, tanto buenos como malos. Casi podemos decir que, fuera de los círculos dedicados a esto (incluida esta web), librojuego es sinónimo de “los libros rojos”. Vamos a ver su origen:
Como todas las ideas que cambian los parámetros de lo establecido, la que dio lugar al inmenso mundo de los librojuegos surgió casi por casualidad, y fue la voluntad de un hombre lo que la mantuvo a flote cuando todavía nadie creía en ella. Así pues, tenemos ante nosotros un ejemplo más de cómo la ingeniosa respuesta a una necesidad no cubierta se acaba convirtiendo en algo completamente distinto e innovador.
Corría la década de los sesenta cuando el abogado Edward Packard se dedicaba a narrar cuentos a sus hijas todos los días. Todos sabemos que los niños son insaciables, especialmente cuando se los estimula adecuadamente, y que su imaginación no tiene límites. Por otro lado, la cantidad de cuentos infantiles que puede llegar a conocer un adulto es relativamente limitada, así que el bueno de Packard hizo lo que haría cualquier adulto con un mínimo de creatividad: inventarse las historias, que en este caso consistían en las peripecias de un personaje llamado Pete en una isla donde ocurrían muchas cosas interesantes. De nuevo había agua en el manantial que calmase la sed de aventuras que tenían sus hijas.
Resulta fácil imaginaros a Edward ideando una aventura diferente para cada día, sin repetir ninguna de ellas. Sin embargo, con el tiempo, se quedó sin historias que contar y sin finales que poner. La solución fue simple y, a la vez, muy ingeniosa: les pidió a sus hijas que tomaran las decisiones de protagonista. Evidentemente eligieron caminos diferentes, lo que lo principio debió de complicar un poco las cosas, pero Packard, haciendo gala de una gran creatividad, desarrolló ambos itinerarios y satisfizo la curiosidad de las pequeñas con un final diferente para cada una.
Aquello se convirtió en una costumbre y la costumbre se convirtió en un hábito. El siguiente paso era ponerlos por escrito. Así, en 1969, este abogado metido a escritor elaboró un primer borrador de un libro titulado The adventures of You on Sugarcane Island y buscó una editorial que se arriesgara a publicarlo. Como suele pasar con este tipo de cosas, resultó que su idea era demasiado innovadora para la época y fue rechazada por diversas editoriales.
El manuscrito terminó guardado en un cajón durante años hasta que, gracias a la intervención de Ray Montgomery, la editorial Vermont Crossroads Press se interesó en él y publicó una versión revisada del original pero con un título más corto: Sugarcane Island (Vermont Crossroads Press, 1976). Con el tiempo, Packard y Montgomery formarían equipo de escritura en la que terminaría siendo una de las colecciones de libros más exitosas de todos los tiempos.
Tras el éxito del libro, del cual se vendieron casi ocho mil copias, la editorial Lippincot adquirió los derechos para publicar Deadwood City (Lippincott Williams & Wilkins, 1978) y The Third Planet from Altair (Lippincott Williams & Wilkins, 1979), ambos de E. Packard, los cuales también resultaron ser grandes éxitos y lograron afianzar las bases de todo lo que vendría después. La hábil mano negociadora de Montgomery llevó poco después los libros a una nueva editorial, Bantam Books, la cual se convirtió en la plataforma desde la que serían catapultados a la fama de un modo definitivo y rotundo, esta vez bajo el nombre de Choose Your Own Adventure.
Esta serie, conocida en España por el nombre de Elige tu propia aventura, consta de numerosos volúmenes, escritos principalmente por el dúo Packard-Montgomery, aunque sus respectivos hijos también escribieron dieciséis de ellos (tres, la hija de Edward; trece entre los dos hijos de Ray). En total, desde 1979 a 1998, se publicaron ciento ochenta y cinco títulos y se vendieron más de doscientos cincuenta millones de ejemplares en todo el mundo.
Ciertamente, mucho ha llovido desde aquellos lejanos inicios, pero de lo que no cabe ninguna duda es de su genial enfoque. Esta revolucionaria manera de entender la literatura cambió el modo en el que millones de niños y adolescentes se acercaron al mundo de la lectura, no tanto por las atractivas temáticas de los libros, sino porque se le concedía al lector un poder que nunca antes había tenido: el poder de decisión en una historia escrita, poder para elegir los finales y para disfrutar de la misma historia una y otra vez sin tener que repetirlo todo.
Y ese poder, que ascendía al lector al grado de narrador, había venido para quedarse y ser el comienzo de muchas otras cosas que vendrían luego, sin las cuales este artículo, incluso esta web, no hubieran sido posibles.
Publicado:29/10/2015 | Comentarios: 3