Una vez que ya ha pasado nuestro III Encuentro de Ficción Interactiva, llega la hora de la reflexión y de los agradecimientos. En primer lugar, destacar que la tercera edición de nuestra cita anual vino marcada por una asistencia más moderada que en las anteriores, seguramente debido a la coincidencia con el puente del 12 de octubre.
En cualquier caso, nuestro meetup, el único de estas características en todo el territorio nacional, es bastante modesto, al menos en cuanto a medios se refiere. Organizado por los miembros de Dédalo en sus ratos libres, y sin contar más fondos que las propias cuotas de los asociados, no es un evento que aspire a copar cuotas de éxito como otras iniciativas y citas en este país. Sin embargo, hay muchísimo trabajo detrás de él y es gratificante que las ponencias y charlas sean de una calidad excepcional, sin duda de lo mejor que suele verse en este mundillo de la ficción interactiva, a pesar de no estar presentes todos los que en realidad son y los que, por diversos motivos, todavía no nos han honrado con su presencia.
Dédalo pretende dar voz a los creativos que estén trabajando la interactividad en el ocio, así como conectar a las personas y equipos con las diferentes iniciativas que van surgiendo. Somos conscientes de que estamos lejos de cosas como el Fighting Fantasy Fest, pero quizá nuestra idea no fuera la de llegar tan lejos, sino la de recoger el testigo que abandonaron las grandes editoriales, poco interesadas en un género difícil de escribir, complicado de maquetar y que está destinado a un público minoritario, al menos dentro de nuestras fronteras.
En ese sentido, los autores independientes y las editoriales pequeñas son los grandes adalides de la ficción interactiva en España. Ellos son los herederos de un nuevo mundo, los que ponen gran parte de sus ilusiones y de su dinero en proyectos de dudoso rendimiento económico pero que igualan (e incluso superan) narrativa y técnicamente a los grandes productos del mundo del librojuego, tanto en papel como en digital.
Como una imagen vale más que mil palabras, te ofrecemos un resumen en formato de vídeo, por cortesía de Zona FI:
No es que salga mal en esa foto. No, es que salgo mal en todas la fotos que hago. Tengo lo que se dice “sonrisa vaga”, jajaja. Yo cada vez que pongo delante de una cámara: “¡¡Joder, vaya mierda!!. jajaja. Pero la verdad, ¡¡¡ Un placer estar ahí con vosotros !!!.
¡Como todos! je, je, je. Creo que algunos no le cogemos el aire a eso de de salir en las fotos.
Lo pasamos como los enanos, y eso es lo que importa.
Muy grande el documento visual, chicos.