Hola de nuevo, camaradas interactivos.
La aparición de un librojuego siempre es noticia por estos lares, especialmente si es español, y lo es doblemente si presenta una propuesta original y peculiar; ni más ni menos que el caso que nos ocupa: Pestañas Asesinas, de Fidel Lorite. Desde que Jaco me hablara de este librojuego estoy deseando hincarle el diente aunque solo sea para ver lo que da de sí una idea tan loca, pero tras leer las impresiones de nuestro amigo Víctor Martín-Pozuelo, del blog Fantaciencia, ese anhelo se está tornando casi necesidad.
La mente erótica-festiva de Fidel nos trae una obra tan surrealista que difícilmente nos dejará indiferentes. Su título completo (Pestañas Asesinas: el librojuego travesti) es toda una promesa de diversión y cachondeo, y me da la impresión de que se trata tan solo de la punta del iceberg. Si desde hace unos años ya estamos hablando de un resurgimiento del género en nuestro país, al menos en cuanto a autores y calidad, parece que dicho revival ha traído también consigo algo muy propio de nuestra tierra: el humor. En efecto, si Expediente Z introdujo un punto jocoso para equilibrar el drama que describían sus páginas y, algún tiempo después, vino Roñan el Fárfaro para convertir la sonrisa esporádica en carcajada recurrente, la irrupción en escena de Pestañas Asesinas augura jolgorio y desenfreno continuos. Habrá aficionados, y es respetable y comprensible, que no valoren la presencia masiva del humor en un librojuego; sin embargo, a poco abierto que uno sea, debería como mínimo apreciar el meritorio trabajo de Fidel. Si provocar hilaridad con la palabra es complicado, imaginaos si el objetivo es hacer reír/leer/jugar mediante un libro.
Me voy a detener aquí porque no soy yo quien va a hacer la reseña (al menos de momento), sino el citado Víctor, que ya lo tiene en sus manos y ha podido catarlo y disfrutarlo. Os invitamos a que leáis su comentario sobre Pestañas Asesinas, que, como (probablemente) el propio librojuego, no tiene desperdicio. Echadle un vistazo AQUÍ.
Tiene buen pinta… no leído nada, pero la portada de libro me llama la atención, es como si el ilustrador hubiera usado rotuladores carioca que usábamos de pequeño. Es muy llamativa!!! Le da un aire desenfrenado!!