Lo que tú quieras, de @WPWonderPonder

librojuegos.orgFICHA TÉCNICA
Título: Lo que tú quieras
Autora de concepto y textos: Ellen Duthie
Coautora, ilustr. y diseño: Daniela Martagón
Editorial: Traje de lobo / Wonder Ponder
Encuadernación: Cartoné (caja)
Formato: 17,5 x 17,5
Páginas: 40
ISBN: 978-84-943167-4-6

No se puede negar que el título de este artículo, que coincide con el de la obra que vamos a reseñar, está muy bien traído para una web sobre librojuegos, cuya característica más distintiva es la libertad de elección (con ciertas restricciones, como comentamos en otra ocasión, pero elección al fin y al cabo). Se trata de la tercera entrega de la colección Wonder Ponder de filosofía visual para niños, cuyo primer título, Mundo Cruel, ya reseñamos aquí hace un tiempo.

Si no conocíais esta colección, os invito a que leáis primero la reseña sobre Mundo Cruel, ya que la estructura se repite sin mucha variación en todas sus entregas, y puesto que esta ya fue comentada en la reseña anterior, no la comentaremos en esta ocasión, sino que nos centraremos en su contenido distintivo.

librojuegos.orgNo obstante, os recordaré que el material se presenta en una caja que muestra una ilustración del estilo de las que encontraremos en el interior (aunque esta vez, al contrario que las anteriores, no coincide con ninguna de la de las láminas interiores, sino que es una escena que resulta de otra, como veremos más adelante). En la parte trasera nos encontramos un resumen del tema de la obra, con algunas láminas de ejemplo, se nos indica que es para niños de 8 años en adelante y adultos (detalle importante), se enumeran sus contenidos y se explica en qué consiste Wonder Ponder: en una obra para reflexionar acerca de las grandes preguntas de la filosofía, presentadas de manera fácil y divertida para los niños.

En este punto haré hincapié en algo que considero fundamental y el gran acierto de esta colección: no pretende adoctrinar ni enseñar las grandes teorías postuladas por los filósofos a lo largo de la historia, sino que que está diseñada para que seas tú, el lector, quien te formes tus propias ideas. Digamos que el material lo que hace es intentar que te pique la curiosidad, despertar tu interés a través de escenas con sus correspondientes preguntas; en definitiva, centrar tu atención sobre temas en los que no solemos pensar con profundidad ni detenernos mucho tiempo. Es como una linterna que alumbra lugares que tenemos a la vista permanentemente, pero que ignoramos, ya sea voluntaria o involuntariamente. Sus autoras nos dicen: “¡Eh, mira lo que hay ahí! ¿Te apetece echar un vistazo?”. Y vaya si consiguen que lo hagamos.

La obra está catalogada como libro, aunque en realidad consta de una serie de láminas cuadradas que puedes ordenar de la manera que tú quieras. En cada lámina, a través de una escena dibujada por Daniela Martagón, con un pequeño texto al pie de la misma, se discuten distintos temas que tienen que ver con la libertad: cuáles son sus límites, la conveniencia de coartarla para proteger a los más débiles, la esclavitud, la relación entre esta y la educación… Temas todos jugosísimos y de una profundidad que sorprende por la manera tan sencilla y cercana en la que se presentan; y en esto, además de las ilustraciones, tienen mucho que ver las preguntas que se incluyen en la parte trasera de cada lámina, referentes a la escena, y formuladas con muchísima intención e inteligencia por parte de Ellen Duthie, la otra autora, para incitar a cualquiera de nosotros a responder, primero quizá con las frases con las que nos “programan” desde pequeños, pero luego rompiendo por completo esos condicionamientos y obligándonos a buscar respuestas por nosotros mismos.

librojuegos.orgPongamos como ejemplo la lámina que se muestra junto a estas líneas. En ella, una niña observa unos estantes repletos de objetos de lo más variopinto. Al pie de la lámina, podemos leer: “¿Lo que yo quiera?”. Solo con esto ya nos podemos hacer a la idea de que esta lámina toca el tema de la libertad de elección (es curioso que la respuesta la da el propio título de la obra, y que en la portada podemos observar lo que ha elegido la niña; muy significativo que haya escogido el altavoz para hacerse oír llamando la atención desde un estrado, al igual que las autoras intentan llamar la atención sobre los diversos temas de la filosofía). Pero es al dar la vuelta a la lámina cuando de verdad comienza nuestra mente a dar vueltas. En la esquina superior izquierda nos encontramos la primera pregunta: ¿qué elegirías tú si fueras la niña de la escena? Esto nos invita a observar la lámina más detenidamente y a ahondar en los detalles; al hacerlo en cada lámina veremos que casi nada se deja al azar: la ilustradora sabe muy bien dónde colocar cada elemento para provocar el efecto que desea. Así, buscando y buscando encontraremos… ¡una pistola! A lo mejor no te habías dado cuenta, y eso que está muy cerca de la niña; pero esta dirige nuestra mirada hacia arriba, que es hacia donde ella dirige la suya. Luego, encontramos otra pregunta: ¿Qué prefieres, elegir una cosa entre cien, o elegir una cosa entre tres? ¿Por qué? La mayoría de la gente dirá que entre cien, porque así tiene más posibilidades de encontrar lo que realmente le gusta. Sin embargo, más adelante encontramos otra pregunta que cuestiona esto: ¿Tener más opciones para elegir te da más libertad? La pregunta tiene más miga de lo que parece…

En total son catorce las láminas que se incluyen de este tipo, más otras tres preparadas para que tú mismo diseñes escenas y preguntas, siguiendo el espíritu constructivista de la colección.

librojuegos.orgEn cuanto al estilo, esta vez se ha optado por el uso variopinto de colores, no predominando ninguno en concreto salvo el blanco, color que, al ser la suma de todos a la vez, representa muy bien el tema principal, la libertad, al igual que el colorido representa las múltiples posibilidades de elección. En esta ocasión las escenas no son tan transgresoras como en los dos trabajos anteriores, Mundo Cruel y Yo, persona, aunque, eso sí, siguen siendo muy expresivas; por ejemplo, podemos sentir el miedo del niño en la lámina que se muestra a la derecha,  a través de su gesto de terror y su posición, acentuado por esas líneas oblicuas de los asientos. El estilo de la autora me encanta, porque usa ese aire de inocencia propio del estilo naif (bien elegido, pues resulta muy cercano a los niños) para romper los esquemas y mostrarnos escenas muy estudiadas y cuyo contenido nunca tiene nada de inocente.

Aparte de esas diecisiete láminas, hay otras tres.

descarga (1)La primera es una “propuesta de uso e ideas para wonderponderear”, con sugerencias para sacarle partido al libro usándolo de distintas formas, añadiendo siempre un punto lúdico (click en la imagen para ampliar).

En la siguiente tenemos una interesante guía de lectura que desglosa los conceptos más importantes sobre el tema, y que, basándose en el contenido de la obra, nos da otro empujón más, esta vez mucho mayor, para ahondar aún más en el tema de la libertad.

En la última lámina aparece el nombre de las autoras: Ellen Duthie, autora del concepto y los textos; Daniela Martagón, ilustradora y diseñadora; y Raquel Martínez Uña, la editora. Además, se nos ofrece información sobre otros títulos de la colección, pasados y futuros, y el contenido de la web wonderponderonline.com, la cual os animo a visitar, ya que ofrece contenido extra muy interesante.

Pero no acaba aquí la cosa: aún queda el póster de La Casa de la Real Gana, un lugar fantástico con una desbordante profusión de detalles, donde el único orden consiste en los tabiques que delimitan cada espacio y una breve descripción de los mismos al pie: el descansillo de las cien puertas, la biblioteca de los libros prohibidos, la sala de limpieza sin esfuerzo, y, como estas, una gran cantidad de habitaciones en las que la libertad se lleva a su máxima expresión gracias al derroche de imaginación de sus autoras, que nos invitan con ello a pensar acerca de las normas.

En total, nos hallamos ante un libro que transpira filosofía, presentada de una manera fácilmente comprensible para los niños, que les estimula para que encuentren sus propias respuestas. Se trata de una obra con muchísima planificación y trabajo detrás, aunque su apariencia desenfadada no nos lo haga pensar en el primer golpe de vista. Una obra que viene a llenar un vacío inexplicable en un mundo donde nos enseñan a temer la libertad, a preferir la comodidad de que otros elijan por nosotros, a limitar nuestra capacidad de elección para que no nos desmandemos del rebaño. Pensemos por un momento en un mundo en el que a los niños se les educa con obras como Wonder Ponder… sería tan diferente al nuestro que casi cuesta imaginarlo. Por eso, tengo que agradecer sinceramente a las autoras su valentía para sembrar la semilla del cambio. Alguien dijo una vez: “Yo no puedo cambiar el mundo, pero puedo empezar a cambiarlo”. Gracias, Ellen, Daniela y Raquel por haber elegido intentar hacernos libres.

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Fer Lafuente

    Como suele ocurrir, el artículo del Archi es tan bueno como aquello sobre lo que versa.

  2. Alberto

    Pensaba que se me iba a hacer muy largo leer las reseñas de “Mundo cruel” y ahora esta, pero han sido en estos días de las que más me han gustado.

    Ojalá cosas como estas se utilicen en los planes educativos de las futuras generaciones. Aún recuerdo la clase de “Ética” del instituto, que me deprimía cuando se acercaba la hora, sabiendo el tocho de libro que tenía y lo que nos suponía… Todo hubiera sido diferente si la metodología de enseñanza se cambiase un poco (o un mucho).

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