Como anunciamos en su momento, la gente de Saco de Huesos continúa su línea de librojuegos con una nueva obra interactiva: “La maldición de los comensales”, de Juan Ángel Laguna Edroso. Si hasta ahora había apostado (y va a seguir haciéndolo, por supuesto) por librojuegos con sistema y dados (En la Feria Tenebrosa, Infección y Revelación), ahora lo hace, bajo el sello Gorgona Pulp Ediciones e iniciando la colección Cartas marcadas, por ejemplares más sencillos, en formato “Elige tu propia aventura”, sin descuidar el gusto y la calidad.
Si bien “La maldición de los comensales” tiene en mente grandes títulos del pasado de la célebre colección de Timun Mas como “El secreto de Chimney Rock”, no está dirigido a un público preadolescente (8 a 12 años) sino a uno más juvenil (12 a 16 años), con la ventaja de que la historia no pierde fuerza si es leída por gente de mayor edad. En mi caso, como lector y corrector, he de decir que he disfrutado ampliamente de la propuesta de Juan Ángel aun a sabiendas de que a priori no estaba dentro del target principal.
En este librojuego encarnas a William McCoy, un cadete que se halla estudiando en la academia militar y aspira a convertirse en un buen oficial de caballería siguiendo la tradición familiar. Pronto, nuestro joven protagonista se va a ver envuelto en una tétrica conspiración que puede truncar tanto sus sueños como la propia vida. El lector tendrá que decidir qué, cómo y hasta dónde investigar, pues el peligro va a acechar a nuestro cadete de manera constante y ubicua. Aparte de la propia emoción de la historia en sí, la rejugabilidad está asegurada: como el propio escritor indica en uno de los anexos finales, para desentrañar los misterios que rodean a la academia y a los comensales no bastan una o dos lecturas, aunque el final haya sido halagüeño. Solo probando diferentes caminos y líneas de investigación en distintas “partidas” podremos encajar todas, o al menos, todas las posibles, piezas del puzle. Y os puedo asegurar que las 150 secciones de que consta el libro dan para mucho más de lo pueda parecer en un principio: este ejemplar de ficción interactiva es pequeño pero matón.
Hablando de anexos, el autor tiene el buen tino de incluir al final algunas curiosidades, en las que aclara varios conceptos y cita personajes que aparecen en el librojuego, así como una invitación a conocer con mayor profundidad el escenario global en que se encuadra. Este no es otro que el de Espejo Victoriano, un juego de rol que llegará a nosotros en un futuro no lejano, y sobre el cual Juan Ángel pretende escribir otro librojuego, esta vez con sistema.
Un aspecto que cabe destacar es el estético. Tanto los caracteres escogidos como las ilustraciones que los acompañan contribuyen en gran medida a la atmósfera de suspense que impregna la obra. En cuanto a lo primero, la elección de una tipografía que recuerda (si es que no es exactamente la misma) a la usada por las máquinas de escribir antiguas resulta perfecta. Nada mejor para presentar una aventura decimonónica que dotarlo de un rasgo tan distintivo, tan vintage. Los dibujos, ejecutados con maestría por Pablo C. Mínguez, se antojan también especialmente apropiados para la trama: son directos, claros y evocadores. Contemplándolos, nadie diría que es lo primero que publica. Yo le auguro muchos éxitos (de hecho, ya están surcando mi cabeza algunas ideas y propuestas…), y más todavía dada su relativa juventud (28 años).
Para terminar, decir que, si estáis interesados, “La maldición de los comensales” se encuentra ya la venta en la web de la editorial a un buen precio: 12 €. Podéis echarle un vistazo aquí y juzgar por vosotros mismos.
Ah, se me olvidaba: este librojuego incorpora iconos recomendados por la guía de estilo de Dédalo. ¡Esto se mueve!
Pues tiene buena pinta, a ver cuando alguien hace una reseña, y los dibujos también tienen algo.
Toda publicacion de un librojuego en español ya es una buena noticia. Y seguro que los mas mayorcitos tambien disfrutariamos de la lectura de este. Pero no entiendo muy bien el empeño de algunos autores de enfocar un librojuego hacia un publico de entre 12-16 años, cuando los chavales de esa edad pasan olimpicamente de los librojuegos (salvo algun caso puntual). Seria conveniente enfocarlo, y en todos los aspectos, a un publico mas adulto y exigente, como somos los nostalgicos que sustentamos este mundillo. O se cambia el chip, o no se despega.
Hola, Valmont. Tu comentario es muy interesante, y me muestro de acuerdo con él… hasta cierto punto.
Como autor, estoy contigo: mis librojuegos apuntan a un público juvenil/adulto o directamente adulto, pensando en la obra interactiva que a mí me seduciría o me llamaría la atención con los cuarenta años que tengo; en mejorar, reinventar y actualizar lo que en el pasado me emocionó como adolescente. Sin embargo, y aunque es cierto que la mayoría de chicos de la edad que mencionas desconocen o pasan bastante de los librojuegos, como aficionado y miembro de Dédalo no puedo menos que alabar la iniciativa de Juan Ángel, de su afán por no dar la batalla por perdida. Si todos renunciamos a intentar conquistar (o reconquistar) esa franja de la que nosotros formamos parte en su momento, podemos encontrarnos con que el género no nos sobreviva. Es cierto que los tiempos han cambiado y ahora los muchachos tienen estímulos aparentemente más atractivos, pero tirar la toalla y negarles la posibilidad de probar otra forma de leer y vivir una aventura no creo que sea la mejor forma de contribuir al resurgir del género.
Dado que los escritores que hoy apostamos por los librojuegos lo hacemos básicamente por ilusión, por nuestros lectores y por la dignidad de un trabajo bien hecho (si lo hiciéramos por dinero nos ahorraríamos la molestia, el esfuerzo y el tiempo de escribirlos, pues no es nada fácil), cada autor debe hacer lo que el cuerpo le pide en ese instante. Y a Juan Ángel, que escribe mayoritariamente para adultos, le apeteció hollar por una vez esos campos a priori un tanto marchitos… o no tanto. Sin más.
Dejando lo anterior a un lado, vuelvo a insistir en que como autor pienso más o menos como tú y mi obra así lo atestigua. Pero tengo muy claro que en la variedad está el gusto, y por ello no me parece mal que Saco de Huesos haya querido abrir un poco su horizonte (sin olvidar en absoluto a los que, como tú bien dices, sois la base del mundillo).
Un abrazo y gracias por tu comentario.
No quiero pecar de pesimista, Fernando, pero al contrario que tu, yo no creo en el “resurgir” del genero. Creo mas bien en la readaptacion del genero. Y esto pasa por la digitalizacion. Si se pretende llegar a la juventud con los librojuegos, o se explora y se arriesga con otros formatos, o no se llega. Estoy convencido. Y si no se llega a los jovenes, no resurge. A eso me referia, en parte, con mi anterior comentario respecto a que no entendia muy bien que el libro fuese dirigido a la chavalada. Pero que no se malinterprete, por favor, que no me parece mal -al contrario- que este u otro autor, (como hizo Jacobo en su dia con “Bajo el lago Ness”), enfoquen sus obras hacia los mas jovenes.
Un saludo.
Hay que tener en cuenta que, hoy por hoy, la serie con más éxito, y con muchísima diferencia, es Tú decides la aventura de editorial Hidra, que llevan más de 100.000!! ejemplares vendidos entre sus 28 títulos (sale a 3500 por ejemplar, una barbaridad hoy en día), destinada a chavales de 10-12 años, y que la literatura infantil es ahora mismo la que más vende y la única a la que no le ha afectado tanto la crisis. Por tanto, con esos números, no puedo estar de acuerdo, Valmont. Además, las apps de Gamebooks en español son escasísimas comparadas con los libros… Algo bien está haciendo Hidra (no sé el qué) para que los chavales de esta generación estén teniendo su Elige tu propia aventura de estos tiempos (y libros con más calidad en todos los aspectos: físico, gráfico y literario).