El género de los librojuegos, lejos de ser algo del pasado, no deja de reinventarse, tal y como hemos visto en las estupendas adaptaciones de grandes títulos de éxito a los entornos de las nuevas plataformas portátiles. Es el futuro, no cabe duda, pero los amantes de la letra impresa no deberían temer convertirse en piezas de museo, pues en este barco que es la ficción interactiva caben tantas variaciones como personas, y la publicación en formato papel sigue siendo la opción prioritaria a la hora de disfrutar de este entretenimiento.
Un ejemplo de renovación que bebe de los clásicos es el que presentamos en el artículo de hoy: se trata de la serie de libros de J. Pingo Lindstrom que serán publicados a través de Penguin Comics y cuyo primer título es «Random Solo Adventure: Fantasy Dungeon», aunque haya otros en camino.
Traducido a la lengua de Cervantes, el título viene a significar «Aventura aleatoria en solitario» y desde luego no da lugar a ningún engaño, pues se trata precisamente de eso, de una aventura para un único jugador, desarrollada a través de secciones numeradas. Hasta aquí, nada nuevo con respecto al “Hechicero de la Montaña de Fuego”, del cual ya hablamos con anterioridad.
La novedad reside precisamente en el potencial que tiene para generar situaciones de modo aleatorio, lo que hace que cada vez que juguemos la aventura nos encontremos en un escenario completamente distinto. Se trata de aventuras relativamente cortas y sin demasiada profundidad, adecuadas para aquellos que disponen de escaso tiempo libre o quieren entretenerse durante un viaje, pero con el sabor de las expediciones dungeoneras que dieron lugar a los juegos de rol.
El sistema en sí es muy sencillo: se elige un personaje de entre los cuatro tipos disponibles (bárbaro, mago, elfo y enano) y se anotan sus características y equipo en la hoja de personaje que nos podemos descargar desde la página de los autores. Cada uno tiene unas habilidades y un equipo que tendrán su utilidad en algún momento de la aventura, así que la elección se basará más en el gusto y en nuestro estilo de juego que en otras cosas. Después, tan solo hay que escoger entre las diferentes misiones iniciales, seis en total, y lanzarnos a la aventura. Cada misión está compuesta por doce áreas, que son generadas aleatoriamente mediante un elaborado sistema de tablas, basado en tiradas de dados de seis caras. En cada área tiene lugar una escena o encuentro, que deberá ser resuelto de modo satisfactorio antes de poder pasar a la siguiente, según avancemos por la mazmorra. Una vez concluidas las doce escenas, incluida la escena final, la misión termina y se nos prepara para la siguiente tarea que queramos emprender, hasta que logremos superar todos los retos del libro y alcanzar el objetivo final. Evidentemente, este objetivo no es otro que salvar al reino de los peligros que lo amenazan, pues no hemos de olvidar que somos los héroes de la historia.
El planteamiento de «Random Solo Adventure: Fantasy Dungeon» puede ser tildado de clásico a más y no poder, ya que va en la línea de los grandes títulos que crearon escuela desde los años setenta, pero de lo que no cabe la menor duda es de que la jugabilidad que presenta es alta y de que la mecánica es sencilla, tal y como corresponde a un librojuego. Lo más sorprendente es que todo ello quepa en un manual de solo 42 páginas, sobre todo teniendo en cuenta que ofrece al jugador hasta dieciocho finales alternativos y muchas horas de diversión. El autor tiene en mente seguir lanzando títulos basados en la misma idea, con ambientaciones que van desde el género negro al postapocalíptico, así que es de esperar que a medio plazo volvamos a hablar, nuevamente, del crecimiento y maduración del proyecto «Random Solo Adventure».