TITULO: Mójate
COLECCIÓN: no consta
NÚMERO: no consta
AUTORA: Melanie Rostock
ILUSTRADOR: The Woork Co
EDITORIAL: 120 pies editores
AÑO: Octubre 2015
PÁGINAS: no consta
Una de las cosas que más valoro de este nuevo re-comienzo de los librojuegos es su enorme acierto de internarse en temáticas adultas. Ya vimos cómo aparecen en el mercado algunos de contenido noir o policiaco orientado a adultos, o manuales empresariales bajo este sistema. Quizá, la apuesta más novedosa y atrevida, ya iniciada por Erotic Appetite, ha sido la de los librojuegos eróticos, idea completamente rompedora en este tipo de literatura, que siempre ha tirado más por la literatura fantástica.
A raiz de este pensamiento, llegó hasta mí el librojuego “Mójate”, de Melanie Rostock y publicado por 120 pies editores. Este libro tiene bastantes aciertos que enumeraré a continuación, pero creo que el más notorio es el hecho de ser uno de los pocos librojuegos en formato .epub/.mobi que hemos encontrado, junto al de Nadia Orenes o el de Jorge Vedovelli.
“Mójate” (de obvio significado bivalente entre la necesidad de tomar elecciones y la consecuencia de la excitación sexual en las mujeres) es un librojuego que se vende en formato digital. Aunque carece de ilustraciones interiores, al contrario de otros que hemos reseñado, dispone de una portada en color de lo más acertada hecha por The Woork Co. En ella, como se puede ver, aparece un juguete sexual que invita a tomar elecciones (mediante las letras A y B). Tal portada es un guiño al aparato que aparece en un momento de la obra y que protagoniza una escena bastante graciosa. Me ha llamado la atención el acierto de una portada tan sobria, colorista y explícita, pues la alusión a la toma de decisiones (A o B) explica perfectamente de qué va a ir el librojuego que tenemos entre las manos. Mis felicitaciones, aquí y ahora, a The Woork Co por su concepción gráfica tan apropiada.
Hay muy pocos librojuegos en formato digital en el mercado
Con estas premisas, comencé a leer interesado el librojuego de Melanie Rostock. No puedo decir cuántas páginas tiene, pues en formato digital ese concepto es inútil, pero sí puedo afirmar que nos puede dar para mucho tiempo de lectura. Grosso modo me atrevería a decir que es el equivalente a un libro de unas 200 páginas, más o menos.
Pues bien, al comenzar a leer su tercera página, como decía, me encontré con una introducción al librojuego. En ella, Melanie explica qué es un librojuego y te indica que tienes uno entre manos. En él, la protagonista tiene un trasfondo: se llama Irene, es treintañera, de origen hispanofrancés y de carácter reservado. Irene (tú, lector-jugador) tiene la vida más aburrida del mundo y, sencillamente, se siente vacía y desorientada. Me hizo gracia y me llamó la atención ver ciertas similitudes con la biografía real de su autora.
Noté aquí una pequeña errata que invitaría a corregir en futuras ediciones. Si bien en la portada se indica que estamos ante un libro que puede resumirse en la frase “Elige tu propia aventura erótica“, justo a continuación se nos habla de “Vivir tu propia aventura erótica“. Desconozco si está hecho a propósito, pero en todo caso ambas frases se encuetran lo suficientemente juntas como para que este detalle destaque mucho. Como comentaba, en esta aventura, Melanie Rostock nos azuza a tomar nuestras propias decisiones y a “mojarnos”. Este mensaje, como comentaré más adelante, me encantó.
En fin. Tu vida, lector, es la de Irene, que comenzará con una mala noticia en su anodina vida y que acarreará tomar una decisión respecto a su pareja Sergi. En este principio, observé que 120 pies editores no ha incluido la palabra “librojuego” en la obra ni advertido de su contenido con los códigos que en Dédalo hemos diseñado al respecto en nuestra guía de estilo y que pueden consultarse aquí. Sugerimos a la editorial que reconsidere su empleo en futuras ediciones.
Ya en la introducción, Melanie explica que el librojuego es del estilo ETPA (“Elige tu propia aventura”), tendencia normal en los librojuegos eróticos, que precisan desviar poco la atención del lector-jugador para que no pierda la ambientación en la que se desarrollan y que, de esa forma, decaiga el clímax. Fiel a esta estrategia, la autora nos deleita con una redacción ágil, que engancha. Sus textos son largos y emplea un lenguaje muy natural, no exento de palabras rudas o malsonantes, como suele hablarse en la realidad. Además, logra reflejar unos diálogos del todo plausibles, cosa que admiro sabiendo lo difícil que es redactar diálogos que parezcan creíbles. Si bien hay puntos donde me pareció quizá un poco exagerada, lo cierto es que quisiera felicitar a Melanie por tener una redacción tan amigable con el lector, en la que la acción no decae pese a tratarse de un librojuego de fuerte carga literaria frente a la lúdica. Además, observé sorprendido la variedad de técnicas narrativas que emplea, hecho que me pareció muy enriquecedor.
El erotismo de Rostock no es del más insinuante que he leído. Ella prefiere apostar por lo explícito, lo carnal. Su redacción se aleja de la literatura romántica y empalagosa y hay puntos en los que puede sentirse la forma de expresión algo cruda. Sin embargo, su calidad logra convertir esa aparente rudeza en un interés de cara al lector que mantiene el erotismo y la tensión en todo momento. Melanie, como autora, logra hacer emocionante la horrible vida de Irene, el lector-jugador, mostrándole un abanico de aventuras y opciones que están ahi, a la espera de que las tomemos.
La autora no escatima en llamarle a las cosas por su nombre
Como dije, el librojuego es del estilo ETPA. Solo vi un momento que llegaba a tres decisiones, siendo en su casi unanimidad esquemas de árbol de dos decisiones. Insisto en que esto es correcto tratándose de literatura erótica, en donde no podemos dejar caer ni por un momento el ritmo haciendo dudar demasiado al lector. Los jugadores que esperan tablas, pistas, inventarios… no encontrarán aquí su librojuego. Pero aquellos que buscan narración, trama, variedad y erotismo, sí.
Antes señalé un gran acierto: la invitación que hace la autora a tomar tus decisiones y salir de tu vida anodina y muerta. Efectivamente, el librojuego va más allá de lo erótico. Aunque, según avanzas en su lectura, la carga erótica aumenta, lo cierto es que entre líneas se deja leer un mensaje generacional como se expresó ya en “Tria la teva crisi” o en “La cápsula del tiempo”. Por momentos da la sensación de que el librojuego emplea el recurso erótico como apoyo literario, cuando en realidad lo que expresa es la situación de una treintañera frente a su vacío, su vida, su trabajo, su sexualidad ,su afán de libertad y sus esperanzas. Esto me encantó, pues dota al librojuego de cierto añadido de calidad y trasfondo que me pareció de lo más interesante: invita a una persona a construirse por sí misma mediante sus decisiones, aspecto, como sabemos, que es el alma de un librojuego.
Hay más. La autora sitúa (por las referencias) la historia en Barcelona y, más tarde, en Francia. Esto hace que el argumento se sienta próximo, real, plausible, cercano. Vamos, que nos puede ocurrir a cualquier de nosotros. Además, salpica puntualmente algunas escenas con sentido del humor y llega a hacer guiños a las bondades del libro en formato digital frente al físico. Estas pequeñas disrupturas amenizan mucho la lectura y, a mi entender, la enriquecen.
Rostock cuenta una historia que podría pasarle a cualquier treintañera de hoy en día. Es creíble.
El hecho de escoger un personaje con trasfondo y que este personaje sea femenino, es astuto. Efectivamente, todos sabemos que la mayoría de los lectores son mujeres y más en literatura erótica-romántica. Rostock ha sabido seleccionar un arquetipo medio que llega a mucha gente de cierta edad y dotarle de toda la fuerza que un protagonista de una obra debe tener. Además, ha diseñado diferentes finales (conté hasta 7) con distintos rangos: eróticos, románticos, tristes… al modo que ya adelantó Erotic Appetite en su momento. Esta combinación invitan, sin duda, a que el lector-jugador se meta rápidamente en su papel y pueda disfrutar su aventura y de las sensaciones que provoca porque, ¿qué es la literatura erótica si no algo que busca provocar sensaciones?
Poco me queda por añadir. La edición es correcta por parte de 120 pies editores. Se nota que se ha mimado y corregido la ortografía, las pautas de ritmo mediante párrafos y la extensión de los “capítulos”, a salvo de los gazapos insignificantes que hemos mencionado.
Si queréis disfrutar de la vida erótica de una treintañera, si os atrevéis a romper con vuestras cadenas, si queréis ser dueños de vuestras decisiones, podéis pasaros por estas webs: