Libros que son juegos, y juegos que son libros.

warchon_2Es curioso ver cómo las mentes de los diseñadores y de los escritores se unen para reinventar géneros. En ocasiones, estos nuevos enfoques darán lugar a toda una estirpe de clones o al nacimiento de un nuevo género. Un ejemplo de esto lo tenemos en la invención de los librojuegos, cuyo origen es atribuido a diferentes autores, aunque se hayan consagrado algunos nombres como ya vimos en este artículo.

Pues bien, ya que hemos asistido a la evolución del libro al juego (de la mano de Ian Livingstone y Steve Jackson, aquí), ahora vamos a hacerlo en sentido contrario, es decir, del juego al libro. Y si el juego es un wargame, el salto ya no es que sea evolutivo, sino que estamos hablando de un triple salto mortal con tirabuzón. Hoy vamos a hablar de Warchon: Clash at Sygillis, de Z-Man Games.

Aunque el autor oficial de Warchon es el diseñador Tony Lee, en su creación intervinieron otros escritores famosos como Margaret Weis y Don Perrin, ambos conocidos por la serie de novelas dedicadas a la Dragonlance, así como artistas de la talla de Larry Elmore (conocido por la mítica ilustración de la primera edición Dungeons&Dragons). El juego en libro, publicado en 2002, sorprendió tanto por su innovación que ganó el Origins Vista Award un año más tarde.

Pero, ¿qué es Warchone: Clash at Sygillis?

Se trata, nada más y nada menos, de un juego para dos jugadores, en formato libro, sin dados ni tableros.

En Warchone, cada jugador es el comandante de un ejército de fantasía y su obligación es derrotar a su oponente, mediante el procedimiento de llevar la batalla por las diferentes secciones del libro, que representan distintas ubicaciones y escenarios. La informawarchon_3ción que se da en cada sección es muy completa, pues podemos encontrar datos acerca del terreno, tablas de eventos aleatorios, así como conexiones geográficas con otras localizaciones y generadores aleatorios de resultados de los combates.

Los ejércitos están formados por marcadores de páginas, cuarenta en total, que representan a las diferentes criaturas que podemos enviar a la batalla, incluidas armas de asedio, con toda la información necesaria para poder jugar, tales como una descripción, los valores de sus características y las maniobras especiales o hechizos que pueden realizar en un momento dado.

Por último, el libro incluye diferentes escenarios y campañas, para ser jugados entre media hora y una hora, así como un buen montón de reglas opcionales y la posibilidad de jugar en solitario eligiendo uno de los dos bandos, lo cual habla en favor de su versatilidad.

¿Podemos englobar a Warchone entre los librojuegos?

Esa es una cuestión cuya respuesta es difícil, debido sobre todo a la inexistencia de una definición clara de lo que es un librojuego, al menos, de momento. Se ha acuñado el término book game para referirse a él, claramente para diferenciarlo de la palabra gamebook, pero el término sigue generando confusión hoy día. Técnicamente hablando, no es un librojuego como los que estamos acostumbrados a ver, pero tampoco es un juego de tablero, porque se juega recorriendo las secciones de un libro ni, por supuesto, un juego de rol. Más bien, se trata de uno de esos híbridos extraños que, como la serie Combat Heroes de Joe Dever, no encajan en ninguna de las categorías, aunque ciertamente estén más cerca del juego que de la literatura.

Francisco Tapia

Escritor y editor. Autor del librojuego digital «Rescate en Remsis VII» así como del manual de worldbuilding «Mundos Fantásticos». Creador y administrador de «Con Pluma y Píxel» (www.conplumaypixel.com)

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Javier

    Donde puedo encontrarlo???? en pdf quizás

    1. Está disponible en Amazon.com. aunque también se puede (o se podía) encontrar en sitios como nobleknight.com y seguro que está en Ebay, aunque me imagino que a precios astronómicos, eso sí. ¡Suerte!

  2. Pablo

    ¿Lo llegaron a sacar en castellano? Y si fuera así ¿por qué editorial? Gracias!

  3. Mucho me temo que este juego no llegó a ser traducido al castellano. Es de esas joyas que no fueron conocidas, a pesar de lo innovador de la idea. Por aquél entonces, algunos todavía pensaban que los juegos de cartas coleccionables serían el futuro y nos quedamos sin muchas cosas como esta. ¡Una lástima! Aun así, si lográis echarle el guante a uno de los ejemplares que pululan por ahí, disfrutaréis de lo lindo.

    Un saludo.

Responder a Francisco Tapia Cancelar la respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.