Los juegos narrativos están de moda. Y los solitarios. Y los librojuegos. Y el éxito de The 7th Continent es la mejor prueba de ello. Es fascinante ver cómo está creciendo la industria alrededor de estas tres tendencias, que hace unos años apenas proporcionaba nuevas obras y ahora la oferta es, simplemente, inabarcable y de una excelente calidad.
Como diseñador de juegos de mesa hace tiempo que estoy planteándome trabajar en esa dirección, en algo que permita mezclar en un juego de tablero elementos narrativos, juego solitario y toma de decisiones al viejo estilo de los clásicos “Elige tu propia aventura”, pero en todos los intentos que he abordado sentía que la jugabilidad se resentía, y que la única forma de alimentar el motor de un juego con esas características era inflarlo a expansiones, como por ejemplo hace Pathfinder – Adventure Card Game, publicado en castellano por Devir, o el juego de cartas de El Señor de los Anillos, publicado en castellano por Edge. Y la verdad es que no soy demasiado amante de las expansiones infinitas en un juego, por muy atractivas que puedan resultar para una editorial, ya que me despierta el ansia viva y me obliga a poseerlas todas. Todas para mí. Todas.
Pues bien, al parecer Ludovic Roudy y Bruno Sautter también habían estado dando vueltas a esta idea, y ellos, que son más hábiles y más decididos, lo han cristalizado en uno de los juegos de mesa que, antes de haber podido probarlo, más ha llamado mi atención en los últimos años. Se trata de The 7th Continent, y si no lo conocéis, es el momento de que os cuente todas las virtudes que se intuyen para que os apuntéis al crowdfunding desproporcionado que han lanzado en KS. Desproporcionado por la cantidad de material que ofrece el juego, desproporcionado porque ya han recaudado más de ochocientos mil euros y solo pedían cincuenta mil para salir a escena.
The 7th Continent es un juego en el que adoptas el rol de un explorador que ha sufrido una maldición durante su primer viaje a este nuevo mundo, y trata de librarse de ella. Un punto de partida original que te plantea la exploración detallada de este continente mientras intentas sobrevivir a todas las amenazas que se despliegan. Si le añades un trabajo de ilustración magnífico, una buena campaña promocional, material que te proporcionará horas y horas de juego, rejugabilidad, inmersión, etc. ¿Qué puede fallar? ¿Cómo es que no te lo has comprado ya? Bueno, si todavía te lo estás pensando, te cuento un poco mi visión de esta nueva campaña brutal en Kickstarter, y ya te adelanto que aunque yo no me lo compraría, recomiendo encarecidamente que tú si lo hagas.
¿Qué me motiva a formar parte de esta locura?
Lo primero de todo, que alguien haya dado ese paso que como diseñador llevo con mucho tiempo en la cabeza, y no es más que crear un juego de mesa narrativo que hunda sus raíces en el librojuego. Creo que The 7th Continent refleja con mucho acierto en su campaña en Kickstarter que su fuente de inspiración son los libros de Fighting Fantasy (los Lucha-Ficción que conocimos en España de la mano de la editorial Altea), ya que más allá de que podamos cuestionar la calidad de cada libro de la colección o del sistema de juego, todos los tenemos en mente como uno de los momentos cumbre de la ficción interactiva. La capacidad de inmersión que tenían esos librojuegos es la que espero encontrar en este juego de mesa. Un mundo abierto, explorable, disfrutable, lleno de aventura y de sorpresas en un entorno no lineal. Por supuesto esto es verlo con ojos utópicos, porque todo juego desarrollado en este sentido debe tener limitaciones, de las que hablaré más adelante. Algunos afortunados ya han podido probar el juego en Essen, y sus comentarios suelen elogiar precisamente esas características: el espíritu de librojuego que respira, la sensación de viajar por un mundo abierto -es un sandbox en juego de mesa, adorable- y la inmersión en la aventura desde el primer momento.
También es atractiva la oferta en sí. Con cada nueva aportación está más cerca liberar un nuevo Stretch Goal, y con él un nuevo puñado de cartas para el juego. O una pequeña variante. O un nuevo personaje. O incluso una miniatura, si sois de los que necesitáis miniaturas en un juego de estas características. Eso sin hablar de las Optional buy que están liberando, tan asombrosas como un cuaderno para registrar tus expediciones, por ejemplo. Por el dinero que vas a pagar te están ofreciendo EL JUEGO DEFINITIVO. Quizá no lo sea, claro, pero es lo que te están vendiendo. Esto no es un entretenimiento para matar un rato, esto es una aventura en la que vas a invertir días, meses de tu vida. Y eso es maravilloso.
Ah, y en el mejor espíritu del librojuego clásico, es un juego solitario. Sí, te lo venden como un colaborativo, pero si te atrae la ficción interactiva como a mí lo que te va a fascinar desde el principio es esa campaña en solitario. Terminar el juego, recorrerlo de principio a fin en tu casa, en soledad, esa soledad compartida con miles de otras personas que van a hacer lo mismo que tú con su copia del juego. Y no tienes que preocuparte de cuándo y dónde lo despliegas, porque ofrecen una opción de “salvar partida” de lo más curiosa, que te permite no tener que preocuparte de cómo puedes retomar una partida cuando la vida te obliga a interrumpirla.
Vamos, que hay miles de buenas ideas y de buenas acciones en este juego que invitan a apuntarse a esta campaña sin dudar... y sin embargo yo no lo he hecho. Y no voy a hacerlo, muy a mi pesar, porque desde mi punto de vista los puntos negativos son suficientes como para que, tras reflexionarlo y llorar en una esquina, haya decidido esperar. Por ahora. Porque soy débil y sé que si llega a las tiendas (y lo hará) no podré resistirme.
Lo primero que me detiene es el precio. No el precio base, que considero más que ajustado, sino la necesidad que me crea de comprar más, y más y más, con cada nueva Optional buy que desvelan. No es un juego caro, al menos tal y como yo lo veo, pero sí implica un desembolso de más de cien euros, y esa cantidad hace que me lo piense muy mucho antes de embarcarme. Como os decía, es EL JUEGO DEFINITIVO, de ahí que considere que el precio es correcto, pero aquí entramos en el otro punto que me detiene.
El juego definitivo requiere una inmersión, un tiempo, del que ahora mismo no dispongo. Con todo el dolor de mi corazón sé que no puedo embarcarme en la pasión que un juego de estas características me va a requerir. No voy a encontrar el momento de jugarlo, no voy a poder hacerlo regularmente, y al final va a ocupar un sitio en mi estantería junto al Mage Knight, otro grandísimo juego de mesa en solitario que me llama por las noches y me suplica que lo abra otra vez. Y no lo hago, porque no dispongo ni del tiempo ni de la pasión que requiere.
Podéis entonces pensar en las fechas, claro. El juego no lo tendremos hasta dentro de un año, y quizá dentro de un año tenga el tiempo necesario. Pero también es posible que haya muerto el hype. O que mis inquietudes lúdicas sean distintas. Un año es muchísimo tiempo para esperar, pero podría hacerlo si tuviera la seguridad de que podría compartir el juego con, por ejemplo, mis hijas. Y no puedo hacerlo. Primero porque es una experiencia que, egoistamente, veo como solitaria.
También por el idioma. Está solo en inglés y francés. Para mí no es un problema, pero para compartirlo con otros puede serlo. La barrera del idioma me hace pensar que sería bueno esperar a una posible edición en castellano. Una utopía, desde luego, pero si vemos la cantidad que ha recaudado en el Kickstarter, no parece tan descabellado.
En fin, que en la BGG se habla del juego, que todo el mundo se lo está comprando (ya son más de 8.500) y que tiene virtudes suficientes como que para las (pequeñas) pegas que yo le encuentro sean fácilmente subsanables. Echad un vistazo y decidid. Yo creo que si no es exactamente lo que estábamos buscando los aficionados a los librojuegos y los juegos de mesa, se acerca muchísimo. Comprobadlo vosotros mismos. Y daos prisa, que ya no queda nada para cerrar la campaña.
¡Madre mía, Santiago… nos dejas salivando (por lo menos al que escribe)! Se le adivina una mecánima maravillosa y tiene una estética también impresionante. Creo que, como dices, es el sueño al que debe de aspirar todo fan de los librojuegos + juegos de mesa.
La verdad es que aportaría al mecenazgo… pero me pasa un poco como a ti. Mi nivel de frikismo comprende ya tantas cosas (literatura, cómics, videojuegos, juegos de mesa, de miniaturas, coleccionismo, librojuegos…) que me veo incapaz de abarcar más (de hecho, ya con lo que sigo ahora no me llega el tiempo ni de lejos, y menos últimamente que he estado con todo muy parado). Pero vamos, que por ganas no será… Si esta joya sale en castellano, también dudo que me pueda resistir. A ver si alguien que nos lea se lo pilla y comenta sus impresiones, aunque va para largo hasta que lo tengan en sus manos (lo afirma un sufrido mecenas del HQ25th, no digo más).
Precisamente al hilo de lo que requiere en cuanto a dedicación un juego de estas características, da la casualidad que no hace ni un mes que me he agenciado el Mage Knight, ya que lo mencionas en tu artículo. Y es increible. Una gozada de juego, que también da para mucho elemento narrativo y dejar un poco volar la imaginación creándote tu propia historia de exploración. Y eso que todavía no he pasado de partidas de tanteo y de prueba para ir aprendiendo la mecánica, apabullante como ella sola, no ya por lo complejo, sino por la enorme variedad de opciones que trae.
Hace poco descubrí también un crowdfunding de un juego llamado Gloomhaven que según tengo entendido comparte un poco estos elementos de juego de mesa narrativo y librojuego. ¿Lo conoces?
Sí, vi el Gloomhaven y también me pareció muy interesante. No comparten mecáncias ni temática, pero sí elementos narrativos.
Y el Mage Knight es una maravilla que me apena ver todos los días olvidado en mi estantería. Pero en fin, qué le vamos a hacer. Hoy jugaré una partidita al Tiny Epic Galaxies y a algún prototipo infantil con mis hijas 🙂
Existe un gamebook, al que he jugado, que se llama exactamente igual. Supongo que será de los mismos autores, ¿no? Creo recordar que la temática era similar, si no exactamente la misma.
Yo conozco el gamebook The 8th Continent, pero no es de los mismos autores (este juego de mesa es de dos autores franceses, el librojuego de dos británicos)