TITULO: El misterio del disco raro / El misterio del robot loco

COLECCIÓN: Amadeo Bola… Detective

NÚMERO: no consta

AUTOR: Jordi Sierra i Fabra

ILUSTRADOR: no consta

EDITORIAL: Edebé

AÑO: 2007

SECCIONES: 196 páginas jugables

Sólo sé que no sé nada. Pese a haber participado en la elaboración de 4 librojuegos publicados y tener en proyecto otros 4 más, puedo afirmar que cada día me encuentro algo nuevo. Hoy es uno de esos días.

Este es el caso de “Amadeo Bola… Detective“, librojuegos de los que desconocía su existencia y que fueron publicados por la editorial Edebé en el año 2007. Pero si eso sorprende, más sorprende su autoría: Jordi Sierra i Fabra, nada más y nada menos. Ahí queda eso.

Pero veámos en qué consisten.

Obviamente el librojuego va orientado a un público juvenil y trata de la resolución de casos detectivescos. La colección se basa en un personaje, Amadeo Bola, que deberá enfrentarse a una serie de misterios que tendrá que resolver. Amadeo es un famoso (y algo patoso) detective de seguros que se topa con casos de lo más curiosos. El humor está servido.

La encuadernación es sorprendentemente buena. Al igual que la colección de librojuegos de la editorial Hidra, Edebé apostó por el flexibook que, como sabéis, consta de tapas de cartulina plastificadas y semirígidas. De igual manera, nos deleita con ese papel ahuesado y de buen gramaje que hace las delicias de cualquier amante de la lectura. Y para facilitar las cosas, el cuerpo de la fuente tipográfica es generoso, presentando unas letras cómodas y grandes para leer.

La encuadernación es formidable

Aunque no consta en ningún lado la palabra “librojuego” y se suprime la clásica advertencia preliminar, en la contraportada se indica que hay hasta 5 finales para elegir, hecho que nos orienta claramente por dónde van los tiros. Para reforzar esto, se ofrece algo inusual en los librojuegos: el esquema-índice que nos ayudará a orientarnos. Es cierto que a un jugador experimentado le puede resultar pobre el hecho de que le indiquen los posibles caminos que se abren con la toma de decisiones pero, ¿no es una buena idea si pensamos en jugadores que se aproximan a este tipo de literatura y que, además, son jóvenes? Yo creo que sí, que es un acierto. Además, no había visto nunca este complemento en una obra de estas características. Solo por ese matiz ya merece ser descubierto por parte de los aficionados.

La estructura se apoya en páginas y no secciones, lo que lo convierte en un ETPA (“Elige tu propia aventura”). De esta manera, el jugador se ve abocado a leer varias páginas que, a su vez, se desglosan en capítulos para hacer la lectura más ágil. Al final de unos cuantos capítulos, una página entera nos invita a tomar ciertas decisiones: A o B, 1-2 o 3…

Realmente este librojuego deberíamos encuadrarlo en los de tipo “híbrido”, ya que carece de dados, ficha de personaje, etc… pero tampoco presenta una toma de decisión al final de cada página o al final de cada dos páginas. Si a ello le sumamos la ausencia de ilustraciones (ya sean de paso o de página entera), creemos que es una obra ideal para permitir la aproximación a los librojuegos por parte de lectores de poca edad. Ya hemos mencionado antes otros ejemplos de librojuegos “híbridos“, hecho que nos enseña la amplia variedad de opciones que tenemos los amantes del género.

En cuanto a los fines (5, como dijimos) hay de todo tipo sin llegar a ser trágicos. Unos felices, otros más cómicos… pero con ausencia de muerte del protagonista, suficientes para dotar de cierta rejugabilidad al libro. Por si fuese poco, si desembocamos en un final que no nos llena, un mensaje del propio libro nos invita a volver al último punto de decisión y tomar otra alternativa.

Respecto a la redacción de Sierra i Fabra, tendría que ser muy atrevido si la cuestionase, habida cuenta lo consagradísimo que es el autor. El librojuego está narrado en primera persona, con una expresión ágil y natural que hace la obra amenísima. Lo bueno de Jordi, para mi gusto, estriba en los valores que deja escurrirse entre el texto y que son aleccionantes. Pongamos un ejemplo:

“Los fanáticos del fútbol me asustan, me dan miedo, y si son extranjeros y llevan doscientas cervezas encima, peor”.

O cosas como:

“[…] tenía a un afroamericano, a un oriental y a un blanco paliducho trantando de impedírselo”.

Como decía, el autor emplea una forma de expresión apta para el público juvenil, divertidísima, amena y plagada de gags que nos arrancarán sonrisas de contínuo. Me gustó mucho, por ejemplo, éste:

“El único que sigue ahí es Krauss von Pappen, el científico creador de MAX, que está desesperado viendo peligrar el trabajo de su vida.

-Alemán -susurré yo para mis adentros.

-No, de Tarragona -dijo Robustiano para sus afueras-. Pero se llama así.

-Hay padres que merecerían la horca.

-Y que lo digas”.

Como vemos, Sierra i Fabra tiene una archidemostrada maestría manejando situaciones, ritmos y escenarios. Leerlo es una delicia que nos facilitará una historia trepidante en la que el misterio subyace… pero sería demasiado torpe por mi parte contar la trama en una obra detectivesca, así que lo dejo a la investigación de los interesados.

El libro se vendía por poco menos de 11 euros y constó de varios títulos que podéis ver aquí.

Desde luego, una obra sine qua non (o un must, como se dice ahora) para los jóvenes amantes de los librojuegos policíacos, como primer punto con el que empezar.