Como hemos señalado recientemente, comenzaremos a reseñar aquellos juegos que tengan un claro componente narrativo, es decir, que su trama dependa de la narración y de cómo vaya haciendo giros y evoluciones (excluyendo, por supuesto, a los juegos de rol, que ya tienen una personalidad propia y excelentes webs que los reseñan).
A esas alturas no se os escapa que Librojuegos.org trata principalmente de los librojuegos, pero subsidiariamente analiza todas aquellas opciones que impliquen narración interactiva. Por ese motivo también tienen cabida en nuestra web las aventuras gráficas, los guiones de videojuegos, el teatro o cine interactivo y hasta experimentos de música interactiva.
A colación de esto, la editorial de juegos Devir (por mediación de Xavier Garriga) nos ha enviado un estupendo juego de mesa para que reseñemos y que está causando furor entre los aficionados: Las leyendas de Andor.
Antes de nada, queremos agradecer a Xavier la estupenda disposición que ha tenido siempre hacia nosotros y, aunque de momento Devir no puede apostar de nuevo por los librojuegos, no podemos tampoco olvidar la contribución que en su momento hicieron por el nuevo auge de este género literario.
Como dicen que es de bien nacidos ser agradecidos, de esta forma queremos reconocer el apoyo incondicional que siempre nos ha profesado esta empresa.
Lo primero que me llamó poderosamente la atención fue la impecable presentación del juego. Dejando de lado que Devir me hizo llegar el paquete en un tiempo récord, tanto el retractilado como el embalaje de todas las piezas es exquisito. Por poneros un ejemplo, hasta se adjuntan bolsas plásticas (más que de sobra) para guardar por separado las correspondientes piezas, peanas, dados y cartones troquelados que necesitaremos para jugar nuestras Leyendas de Andor. Esta primera impresión que causa ya dice mucho de un producto pues, si está cuidado hasta los más mínimos detalles, se le presupone un esmero en su confección que suele implicar muy buena calidad.
El juego (entendido como un sinónimo del anglicismo pack o set) consta de una serie de piezas hechas de madera que, como explicaremos, se utilizan a modo de tanteo. También se adjuntan dados de madera y unas peanas plásticas en las que se encajarán los personajes que irán apareciendo. Esos personajes y determinados elementos se componen de secciones de cartón troqueladas que deberemos desprender (con cuidado) de una matriz. Personalmente adoro los juegos que tienen piezas de madera, elemento que se me hace más cálido que el plástico y que me transmiten una sensación de más calidad en el acabado, por lo que he agradecido también este detalle.
Llama la atención la calidad de los acabados
El resto del paquete incluye un tablero de cartón, instrucciones del juego y una serie de cartas cuyo uso veremos a continuación.
Como ya imaginaréis, Las leyendas de Andor se sitúa en un reino de fantasía medieval (Andor) que está amenazado por una serie de peligros. En esa situación, un máximo de 4 héroes deberán defender al reino y colaborar en equipo para evitar que caiga en manos de los temidos enemigos, los gors, skrals, trolls o wardraks, como les denominó su autor, Michael Menzel.
El juego puede llevarse a cabo de dos a cuatro jugadores (con modificadores en las reglas según el número que en ese momento esté participando en la partida), que podrán elegir entre los personajes de un guerrero (o guerrera), un arquero/a, mago/a y enano/a. Este detalle me ha gustado, pues contrariamente a lo que hasta ahora se estilaba, se considera el elemento igualitario que permite al jugador elegir la estética y sexo de su avatar sin que ello altere las características del personaje. Si no he entendido mal, es el propio Menzel el que ha ilustrado y diseñado el juego, lo que convierte a este autor en un todoterreno de la creatividad. Como podréis observar en las ilustraciones, su estilo es notorio y cumple perfectamente con la estética que se le suelen pedir al género de fantasía medieval.
Es muy importante destacar que el juego tiene un claro componente colaborativo. Los jugadores deberán hacer piña entre ellos y coordinar sus estrategias y habilidades para lograr la consecución de sus fines. De esta forma, la estructura general se apoya en una serie de leyendas-misiones que deberán completarse y en la que los participantes competirán contra el tiempo que marca el narrador (un sistema de juego automático representado por el tablero en sí). Si bien al principio irán holgados de recursos, según se avance en el juego pasarán verdaderos apuros. Las leyendas de Andor no es un juego fácil y la estrategia común será imprescindible para no acabar triturado por los enemigos.
Sin ánimo de destriparos su contenido, sí que haré mención a ciertos aspectos que os orienten.
Cada personaje dispone de unas habilidades propias, un inventario de objetos, protecciones y armas y una “potencia” propia. Con esto quiero decir que dependiendo del avatar que escojamos tiraremos un número diferente de dados y de una forma diferente, valor que también se modificará a lo largo de la partida dependiendo del éxito o fracaso en nuestros combates.
Una característica del juego muy alabada y que se ve desde el comienzo es el hecho de que la primera leyenda es, en realidad, una partida de entrenamiento o introductoria. Esto es un recurso excelente para ir empapándose en la ambientación del juego y comprendiendo su mecánica, ya que nos irá desgranando las dificultades una por una para que vayamos entendiendo cómo va a discurrir la partida. A partir de ahí, la segunda leyenda supondrá ya un nivel medio de dificultad y la tercera y siguientes, un verdadero infierno.
¿En que consiste la mecánica? Como señalé, el juego nos invita a colaborar para resolver una serie de misiones a contrarreloj. Ese paso del tiempo se mide por días en los que los héroes pueden mover o combatir, consumiendo horas de tales días. Según avance el tiempo, el marcador del narrador (el juego en sí), avanzará, permitiéndonos menos margen para resolver el problema que plantea la leyenda.
Esas misiones son las leyendas. Aquí entra el componente narrativo del juego propiamente dicho. Tales leyendas marcarán los objetivos pero nos dan flexibilidad suficiente como para alterar la trama, de manera que pueden variar sustancialmente de una partida a otra. Me explico:
Según el hito temporal en el que nos encontremos dentro de la leyenda, habrá que ir tomando cartas de otro mazo que nos implicarán submisiones o variaciones en la trama principal. Si a esto le combinamos la estrategia propia del grupo de jugadores y la particular de cada participante, nos encontramos que las elecciones empiezan a multiplicarse y el argumento (aunque siga una pauta lineal) da las suficientes ramificaciones para no repetirse nunca. Además, no olvidemos que nuestra aventura se desarrollará en un mapa (en realidad, dos mapas) de libre exploración, por el que iremos moviéndonos a la búsqueda de objetos o recursos que nos permitan resolver mejor la misión y en el que iremos dándonos de bruces con esas subtramas de las que hablo. Por si fuese poco, la aparición de personajes ajenos a los jugadores y a los enemigos, nos plantearán diferentes ayudas u opciones que deberemos considerar para nuestro interés.
Y no solo eso: al final se nos adjunta todo un rango de herramientas para crear nuestra propia leyenda (una vez completadas todas las misiones, si es que lo logramos) configurándola a nuestro antojo, hecho que nos da un final abierto para que sigamos jugando indefinidamente tanto como nuestra lo permita nuestra imaginación.
El juego, en resumidas cuentas, ofrece todo lo que un aficionado a la fantasía pueda desear: hallazgos, trasfondo, rango amplio de enemigos, oro, armas, defensa, diferentes zonas dentro del mapa del reino, variedad de personajes… y un número suficiente de cartas que, combinadas, nos darán opciones para decenas de tramas durante mucho tiempo.
Ha sido tal el éxito del juego que ya hay una segunda y tercera partes en el mercado y le ha supuesto al autor la concesión del premio Kennerspiel des Jahres en el año 2013.
Para mi gusto, es un juego del todo recomendable que hará las delicias de los amantes de los juegos de tablero, de la fantasía y también satisfará a los interesados en la narrativa interactiva. Soy consciente que no es sencillo aunar estos conceptos y lograr un juego entretenido y jugable. Sin embargo, Las Leyendas de Andor sí lo consigue, y muy bien.
Os adjunto algunas fotos más para que apreciéis la fabulosa estética que dota al conjunto del juego y os animéis a adquirirlo:
Si deseáis completar la información que doy en esta reseña, podéis pasaros por la web que Devir ha habilitado al respecto (la cual incluye material gratis) y que podéis encontrar