Tiempo para la verdad, de @Suseyaediciones

librojuegos.orgTITULO: Tiempo para la verdad.

COLECCIÓN: Noir

NÚMERO: no consta

AUTOR: Samuel San José Serrano

ILUSTRADOR: Gaite

EDITORIAL: Suseya

AÑO: 2014

PÁGINAS: 178 páginas jugables.

De todos es ya conocido, a estas alturas, el librojuego que vamos a comentar hoy.

Como ya fuimos anunciando a su debido tiempo, «Tiempo para la verdad» fue una iniciativa de la Editorial Suseya que partió del conocido concurso de Ojo al Dado y que derivó en un proyecto independiente financiado mediante un exitoso crowdfunding.

Una vez finalizado el mecenazgo, Suseya le ha dado salida a tal librojuego mediante su publicación en papel y digital, a fin de que cualquier persona pueda comprarlo. En nuestro caso, es la edición digital la que vamos a reseñar, por lo que no podemos dar una opinión sobre encuadernaciones ni calidades de papel.

Lo primero que observamos es una portada a dos tintas dibujada por Gaite de corte realista, como podéis apreciar en la imagen que encabeza esta reseña. A lo largo de algunas ilustraciones interiores comprobaremos la calidad del trazo, que es muy buena y recuerda al estilo de dibujar que suelen tener los arquetectos o dibujantes con formación académica: es decir, un tipo de ilustración de línea limpia y definida, muy realista, que muchas veces se combina con el de siluetas que enfatizan en el ambiente noir que tiene el librojuego en sí. Las ilustraciones interiores, entiendo que por coherencia con la publicación en papel, son en blanco y negro. No obstante, en este caso Gaite ha prescindido de los clásicos dibujos «de paso» que suelen usar los librojuegos del tipo Fighting Fantasy, decantándose más bien por ilustraciones a página entera distribuidas cada cierto número de páginas. ¿Hubiesen sido necesarias esas aportaciones gráficas? No. La estructura y temática del librojuego, como veremos, se entorpecerían con este tipo de pequeños adornos, por lo que consideramos que el aspecto gráfico es el correcto. Como única excepción, nos encontraremos unos pequeños dibujos que nos indicarán que hemos consumido unidades de tiempo. Pero esto lo estudiaremos a continuación.

El aspecto gráfico es perfecto para la estructura del librojuego

Samuel San José ha escrito una obra innovadora por dos motivos, principalmente: el primero, por librojuegos.orgtratarse de una trama policíaca truculenta, más cercana al thriller que a las novelas de misterio. En segundo lugar, por haber creado un sistema muy raro de encontrar en los librojuegos basado en la medición de tiempo.

Pero vayamos por partes, siguiendo el orden lógico que se va a encontrar cualquiera que llegue por primera vez a esta obra…

El librojuego comienza con unas dedicatorias que me parecieron muy elegantes y bonitas y que recomiendo a los lectores fijarse en ellas. Generalmente estas cosas suelen ser muy convencionales, pero en este caso me han parecido realmente sinceras y sensibles, hecho que ya me fue ganando en la primera página. Además, también observé que el librojuego está corregido por Fernando Lafuente, conocido y experimentado autor de librojuegos, lo que supone un extra de garantía a la calidad que se le supone al librojuego de per se.

Aquí vino mi segunda sorpresa. El librojuego se encabeza con la sección cero. Jamás había visto esta concepción en ningún librojuego de los cientos que he leido, y me pareció del todo chocante. En esta sección se esboza la temática y trasfondo que tiene nuestro protagonista, con profesión y nombre propio y cuyas decisiones deberemos tomar nosotros. Partimos, gracias a esta breve introducción, de una situación en la que sabemos qué hace nuestro avatar, qué problema va a tener que resolver y quién es su archienemigo, un odioso delincuente con demasiadas influencias para que sea sencillo abatir.

Como buenos autores que bebieron de los clásicos, la siguiente sección se dedica a explicar grosso modo qué es un librojuego, si bien lo hace de una forma muy graciosa que no he visto a menudo, rompiendo un poco la línea tradicional que empleaba un lenguaje de manual técnico similar al de ciertas instrucciones o carteles de advertencia. Para reforzar la información que debe tener el lector, se dedica un apartado expresamente a explicar que nos encontramos ante una obra orientada a mayores de edad, hecho señalado ya en la portada, que no escatima en temáticas y lenguaje explícito. Este dato nos lo explica el autor maravillosamente e incluso en un tono apropiado a cualquier novela policíaca que se precie, haciendo hincapié en la definición de noir que encabeza la colección completa de estos librojuegos.

Hechas estas aclaraciones, nos lanzamos a leer el caso que debemos resolver.

El librojuego no escatima en lenguaje y temáticas explícitas, aptas para adultos

Como señalé más arriba, es ahora cuando aparece uno de los mayores aciertos de esta obra: el sistema de juego, electivo como el de cualquier librojuego, goza de una peculiaridad, y es que depende de un sistema contrarreloj. De este modo, el librojuego plantea un caso que debemos resolver en un número limitado de horas (13, en concreto, ¡qué casualidad!), consumiendo unidades de tiempo por cada decisión que tomemos. Si en algún momento nuestro protagonista se queda sin tiempo, su misión habrá fracasado y el odioso criminal quedará en libertad por expiración del plazo legal de detención. Sin embargo, para que esto no sea totalmente desesperanzador, Samuel San José nos concede un alivio permitiéndonos ciertos puntos de control a los que podremos volver y retomar nuestra partida en determinados casos señalados. Es importante insistir en el acierto de este sistema de juego, pues no es algo ni habitual ni poco original. De hecho, el jugador podrá notar la presión psicológica que puede llegar a ejercer dicho sistema, principalmente cuando veamos acabarse nuestro tiempo y estar inmersos en una maraña de pistas confusas.

librojuegos.orgEl librojuego sigue una estructura de saltos curiosa. Aunque no emplea secciones sino páginas, el autor define tales bloques como «saltos» a secas, abarcando cada uno algunas páginas. Por lo tanto, no estamos ante un sistema que emplee páginas pero tampoco uno que use secciones o capítulos, que es la tecera categoría que me he encontrado en los librojuegos. A efectos prácticos esto no es realmente significativo, pero no dejará de ser un dato curioso para los más eruditos. El número de elecciones, por otra parte, oscilará entre las dos y tres, evitando la infame costumbre de poner secciones que solo permitan un salto pero también escapando del exceso de decisiones al final de un bloque narrativo. Es una decisión muy equilibrada que fomenta en todo momento la jugabilidad y evita convertir la obra en un sistema farragoso en el que sería facil perderse.

Antes hablé de que estamos ante un librojuego policíaco para adultos, caso extraño en el universo de los librojuegos y bastante original, pues exceptuando «Barcelona, máxima discreción» y algún caso aislado más, es muy raro encontrar algo en esta línea. Pues bien: viviendo una contrarreloj tendremos que descubrir al autor de un asesinato mediante su imputación por medio de pruebas, y nuestro principal sospechoso es el gran archienemigo que mencioné al principio. Pero no por ello tiene que ser el único, ojo. Esta trama, en la que encontraremos policías desmotivados, abogados, yonquis, prostitutas, médicos forenses y camareros de dudosa moralidad, nos enganchará desde un principio, pues Samuel logra inculcarnos la asfixiante sensación que da una maraña de pruebas y un tiempo que se nos acaba cada segundo que pasa, en la única ocasión real que tendremos para empapelar de una vez por todas al temido delicuente que ocupa el primer lugar de la lista de sospechosos.

El autor logra transmitir una sensación de asfixia potenciada por un contrarreloj implacable

 

Este librojuego no es fácil. Aunque el caso nos enganchará en todo momento, nos encontraremos ante un elenco de finales tasados por nuestra efectividad y eficiencia, pasando de los «casos no resueltos por consumo de tiempo» a los que implican intervención de otro departamento de policía, o investigación inapropiada. Al inicio de cada «salto», para estresarnos más, Samuel San José nos recuerda el tiempo que hemos consumido con esa última decisión y nos obliga a borrarlo de nuestro contador.

La existencia de varios finales (según cómo se vaya desenvolviendo la investigación) permite que «Tiempo para la verdad» juegue con dos variables. La primera es el goteo medidísimo de pistas que el autor nos va dando. No es sencillo investigar y menos descubrir qué está ocurriendo. Eso logrará exasperarnos en el ya de por si exasperante paso del tiempo que corre. Por otra parte, el camino del librojuego no es lineal, pues efectivamente me he encontrado con varios finales muy, muy dispares entre ellos, que implican tramas totalmente disparejas. Samuel no se ha limitado a que el lector-jugador tome una decisión de vez en cuando, sino que tales elecciones cambian por completo el desarrollo de la obra y sus consecuencias, apareciendo escenarios y personajes (y motivaciones) que no se darán en otros casos.

librojuegos.org

Gracias a estos recursos y que el lenguaje empleado es dinámico, el autor consigue que la obra se nos quede corta. Mediante el uso de una forma de expresión propia a la que encontramos en la calle, natural a nuestro oído, clara, trepidante y limpia de adornos, la sensación de premura se potencia y hace que la tónica general del librojuego se dispare acelerándose. Este ritmo febril y la sensación de velocidad que conlleva nos enganchará mucho y hará que «Tiempo para la verdad» parezca corto. Además, su ambientación es excelente para dar pie a una segunda parte (o a nuevos casos) de su protagonista. Ojalá lo veamos.

Por otra parte, el autor emplea trucos muy astutos para lograr un ambiente indeterminado. Por ejemplo, nos habla de «La Ciudad» o «Del País», de una forma que podrían situar la trama en cualquier sitio y evita identificarla con un ambiente concreto. Esto logra que todo el escenario propio de las novelas negras se condense en una ambientación que valdría tanto para un Marlowe como para un Carballo.

No me queda mucho más que añadir. Quizá sugeriría que alguno de los finales no fuese tan súbito y arbitrario como tuve la sensación de jugar (aunque otros son perfectamente coherentes), de forma que una pincelada de uniformización al respecto optimizaría ciertos puntos. Y también me gustaría animar a su autor y a la editorial a escribir más casos policiacos en esta línea, pues he disfrutado realmente el librojuego.

Por último, indicaros que en su página web podréis adquirir «Tiempo para la verdad» y tratar de resolver un caso en un corto tiempo, lo que os convertiría en verdaderos detectives. Os dejo el link a continuación y aprovecho para dar la enhorabuena a todo el equipo de Suseya por la labor hecha.

Suseya ediciones

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