Recientemente, Mariela González se puso en contacto con nosotros para solicitarnos una entrevista en nombre de Carlinga Ediciones y en la que le hablásemos un poco sobre el futuro y presente de Dédalo.
A partir de las preguntas tan interesantes que nos hizo, pudo confeccionar un artículo sobre los librojuegos de una calidad muy notoria. Os dejamos las primeras líneas para que lo veáis:
“Para muchos de los que pasamos por aquí, los librojuegos ocupan un lugar privilegiado en nuestra memoria de niños o adolescentes. Todos los que compartimos un perfil aficionado al fantástico acabábamos recalando en ellos de un modo u otro; más aún, todos los lectores ávidos que nos quedábamos con esa sensación de vacío tras terminar un libro. Anhelábamos sentirnos dentro de la historia, inmiscuirnos. Evadirnos, por qué no decirlo (ya basta del tabú que rodea a esa palabra) en una aventura hecha para nosotros específicamente.
Y los librojuegos colmaban ese vacío. Aportaban el cosquilleo del tú a tú, la sensación de una barrera que se deshacía como arena entre nuestros dedos en cuanto abríamos la primera página. Era algo mágico que renacía en cada uno que leíamos, por más que terminásemos, inevitablemente, por tomarles la medida y conocernos los trucos y vericuetos de su estructura. Los perros viejos de los librojuegos ya sabíamos de antemano cómo llegar a los “finales buenos”, cómo evitar esas trampas que taimadamente nos querían conducir de vuelta a la casilla de salida. O al menos en…”
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