Hace apenas un par de días, un proyecto de @edent bajo el usuario @wnd_go causó una revolución en las redes (como vemos en artículos de Cromo.com.uy o de Pelechano o de Yorokubu).

En él, Eden Terence, pudo crear un mini “Elige tu propia aventura” con el limitado espacio de 140 caracteres que le da cada tweet y enlazando unos con otros. De esta manera, el lector del tweet, al final del mismo, tenía dos opciones. Dirigiéndose a una de ellas, enlazaba con un nuevo usuario que le volvía a presentar un único tweet con dos elecciones, y así sucesivamente.

Como dije, era un experimento de apenas unas pocas decisiones, como mero ejemplo ilustrativo.

Sin embargo, fue una tarea muy laboriosa. El autor, como dijimos, optó por abrir un usuario por cada tweet que escribía. Eso implicaba registrar y configurar una nueva cuenta por mensaje, cosa que no fue sencilla, pues Twitter no permite más de dos cuentas por IP.

La idea me pareció muy divertida y me propuse mejorarla. Para ello, di con la siguiente solución, que os expongo paso a paso:

1. En primer lugar, escribí una historia muy sencilla. Decidí que podía ser el comienzo de una serie de ellas y no tenía por qué quedarse en solo una aventura. Elegí un detective de fenómenos paranormales… mezclaba el misterio con el terror y podía funcionar. Además, nunca definía si era hombre o mujer, cosa que me interesaba, y por eso decidí usar únicamente su apellido. Dado que el proyecto estaba auspiciado por la asociación “Dédalo”, fue así como decidí apellidar a mi personaje. El título que seleccioné para este primer experimento fue “Paranormal Files 01: Han vuelto”. Como Twitter solo permite escribir mensajes de 140 caracteres, construí mi historia utilizando esta herramienta.
2. Luego, registré y configuré un usuario llamado @proyectosdedalo. Este usuario contendría todas las historias que se iban a escribir sucesivamente, remitiendo a otros usuarios, como si de una librería se tratase. Para que os hagáis una idea, @proyectosdedalo contendría todas las colecciones y, los diversos usuarios, su propio librojuego.
3. Ahora venía el problema: tenía que enlazar los tweets. Para ello, se me ocurrió algo muy sencillo. De igual forma que se enlazan tweets a webs, se puede enlazar un tweet a otro anterior, pues cada uno tiene su propia dirección de internet. Para ello, hay que clickar en la hora en que dicho tweet se ha escrito, arriba a la derecha del mensaje, lo que nos brindará la dirección de ese tweet en concreto. Además, también averigüé que si contestas a tu propio tweet (borrándote a ti mismo como destinatario), puedes construir textos largos con varios mensajes concatenados. A fin de reducir el número de caracteres empleados, utilicé una de las herramientas disponibles en internet para acortar las direcciones. Contrariamente a Eden Terence, mi solución abre una nueva ventana del navegador por tweet consultado, cosa más notoria en los dispositivos de sobremesa que en los dispositivos móviles.
4. Ya tenía la historia, los enlaces y la forma de incluir textos largos, pero se me presentó un último inconveniente: Twitter pone en primer lugar el tweet más reciente, lo que me obligaba a escribir la historia desde el final hasta el principio. Así lo hice, usando como guía la que mencioné en el punto 1 de este artículo. Además, añadí un elemento que no se le ocurrió a Eden Terence: incrusté imágenes de libre uso para amenizar el librojuego.

De esta manera, tenemos un librojuego para Twitter. Por supuesto que podría hacerse mejor, con más opciones (en algunas puse hasta 3, frente a E. Terence que solo nos daba dos), más imágenes y más largo… pero sirva este ejercicio para animaros a constuir vuestras propias aventuras y fomentaros el empleo de la imaginación, pues demuestro de este modo que ni un límite de 140 caracteres son impedimento para escribir una historia mediante la narrativa interactiva.

EDITADO E IMPORTANTE: en esta web he averiguado cómo poner texto en cursiva y negrita en Twitter. Eso nos permitiría ahorrar palabras, pues una novedad que introduje respecto a Terence es el uso de objetos. Cada vez que aparece uno, lo indico con un “Recuérdalo”. Si dicho objeto lo señalamos en negrita y así lo indicamos en las instrucciones, el jugador ya sabe que ha encontrado tal objeto y nos ahorramos los caracteres necesarios de poner “recuérdalo”. De esta forma evitamos obviarlos confiando en que el jugador sepa que debe recordarlos aunque no se le indique.