No hace mucho comentábamos que la editorial catalana Erotic Appetite había integrado su línea de librojuegos eróticos en la norteamericana Harlequín, líder de la literatura romántica. Esto es una clara muestra del crecimiento que están teniendo los librojuegos en temáticas de adultos, pues os recuerdo que Erotic Appetite no había cumplido ni seis meses de vida cuando se confirmó esta integración.
Quizá es importante señalar que la evolución de los librojuegos tiene un hito importante en estos momentos, en donde muchos de los adolescentes que los leían en su momento ahora son adultos que adaptan el sistema a temáticas para mayores de edad, como puede serlo el erotismo.
Hoy vamos a reseñar otro importante librojuego en esta línea que ya dispone de una segunda parte en el mercado y que está teniendo bastante repercusión:
TITULO: Una chica entra en un bar / Una chica asiste a una boda
COLECCIÓN: Sombras Hot
NÚMERO: no consta
AUTOR: Helena S. Paige
ILUSTRADOR: Jordi López Martínez
EDITORIAL: Urano
AÑO: 2013 (2014 para “Una chica asiste a una boda”)
SECCIONES: 334 páginas jugables para “Una chica entra en un bar” y 303 para “Una chica asiste a una boda”
Como decía, este librojuego ha tenido mucha repercusión entre los lectores de literatura erótica y romántica. No hay más que ver la cantidad de reseñas que encontramos por todo Internet. Tenemos un booktrailer en Youtube y varios artículos, tanto en Divagaciones Literarias, El Placer Literario, Telam o Letras, libros y más, por señalar solo algunos.
Lo primero que encontramos es una encuadernación en rústica con solapas. Urano ha cuidado mucho este aspecto, pues la cartulina de las portadas está plastificada y ello le confiere al libro una mejor calidad que lo protege de rayaduras o deslices con bolígrafos. Además, el hecho de añadir solapas permite al editor incluir un resumen en la que corresponde a la portada y una biografía de las autoras en la solapa posterior.
¿He dicho “autoras”? Sí, es correcto. Contrariamente a lo que pueda parecer a primer golpe de vista, el librojuego está escrito por tres autoras que han fusionado su nombre, como explica la solapa mencionada: Nick Paige, Helen Moffet y Sarah Lotz, las tres mujeres y las tres muy relacionadas con el mundo de la literatura, cosa que promete garantía de calidad en la obra.
La estética exterior del libro es muy colorista y el diseño ha apostado por un conjunto de siluetas y tipografía fresca, joven, de diseño, cosa que da mucho juego. En la contraportada tenemos una tabla esquemática similar a las opciones de un “Elige tu propia aventura” (ETPA) que nos insinúa la estructura del libro. Para que no quepa lugar a dudas, se apostó por incluir expresiones como “Yo decido”, “Elige tu propia aventura…hot” y similares, no dejando lugar a la duda de si estamos o no ante un librojuego.
Este recurso considero que es acertado en tanto en cuanto el nombre de ETPA es el más recordado por una gran parte del público, lo que les hace saber de antemano a qué se enfrentan. Además, así expresado invita al lector a interiorizar la historia que va a leer, convirtiéndolo en el protagonista de la historia que narra el libro. Por último, gracias a que en las portadas se señala el tipo de libro que este es, se está haciendo notar la vuelta al mercado de este género que tanto nos gusta.
Un anuncio en contraportada nos informa que el libro está disponible en formato de ebook, más discreto para algunos lectores del género erótico. Se nota que el editor sabía bien a qué clientes se dirige este librojuego, máxime cuando hay países en los que la exhibición del erotismo no está tan socialmente admitido como en otros (recordemos que Urano tiene presencia en una parte de Latinoamérica).
El librojuego apuesta por un sistema ETPA
Cuando abrimos este libro de un tamaño ligeramente superior a un A5 (ligeramente grande para ser de bolsillo), nos encontramos algo que personalmente adoro: una tipografía de buen tamaño, legible, y el delicioso tono ocre del papel que no cansa la vista al leer durante horas. En ese aspecto, creo que Urano ha dado en el clavo. Las páginas se ven limpias y espaciosas, eliminando la sensación de asfixia que producen los márgenes pequeños, la letra diminuta y el papel níveo.
Es aquí donde me encuentro la primera extrañeza, en absoluto negativa por ello. Abajo, en el lugar reservado para el número de página, Urano ha puesto “PAGINA XXX”, no limitándose a imprimir únicamente dicho número. En un principio me desconcertó pero, al recordar los mensajes de portada y contraportada, entendí que era otra forma de orientar al lector que llegaba por primera vez a los librojuegos o que los retomaba después de varios años. De esta forma, señalando la palabra “página”, se incide en la lectura no-lineal de la obra y se plasman unas señales suficientemente claras para evitar que el lector se pierda. Muy buen detalle, los chicos de la editorial.
Entremos propiamente a ver el librojuego. La historia es sencilla, pues en la literatura erótica lo que se busca es crear sensaciones en el lector más que en incidir en la trama. En el primer libro, tú (protagonista) quedas de noche en un bar con una amiga que no aparece. A partir de ahí, comienzan las opciones y coqueteos en una trama lineal. En el segundo, una amiga te invita a su boda como dama de honor y se vuelve a repetir el esquema de opciones. Es importante señalar que la protagonista (tú, lector o lectora) no tiene trasfondo, y que incluso las autoras se refieren a ella como “La Chica”, sin añadir nada más sobre su vida o pasado.
El librojuego apuesta por un sistema ETPA de elecciones por páginas. Por lo general no hay muchas, pues prima la redacción descriptiva y los diálogos, y encontramos puntos de decisión cada 4-5 páginas, lo que hace que se acerque un poco más a la novela con elementos de librojuego que viceversa. Eso sí, cuando plantea qué elegir las autoras suelen darnos dos o tres opciones como mínimo, escapando de la insulsa elección única (“Vete a tal página”). Un detalle a tener en cuenta es que, hecha la elección, la página a la que llegamos se encabeza con un resumen de nuestra apuesta, empleando frases similares a “Has decidido hablar con el camarero”. Este apunte, en conjunto al que señalamos de indicar expresamente la palabra “página”, hacen del todo imposible que el lector se pierda en la historia que está viviendo.
Obvia decir que el librojuego no contiene pruebas de ingenio, luchas, ficha de personaje, gestión de objetos ni dados, cosa que no veo descabellada introducir en un libro de estas características (de hecho, todos conocemos la existencia de dados para juegos eróticos). Por tanto, su apuesta es por un ETPA clásico. Sin embargo, aun mermando la jugabilidad, esto le confiere una ventaja, que es la no distracción del lector en las sensaciones que la obra pretende publicar. Un exceso de elementos ajenos haría que se perdiese el clímax de la narración, que es lo peor que puede ocurrirle a una obra de estas características.
La forma de redacción es agilísima. Los diálogos, abundantes, son muy naturales y emplean lenguaje real, el que cualquiera de nosotros usa, explícito. La narración se construye con frases cortas, directas y en presente. Estos dos recursos hacen que la obra se lea con mucha comodidad, pues la convierte en dinámica, nada espesa y eliminando distracciones. Los diálogos son ligeros, la narración es clara y el lenguaje usado no teme ser explícito en palabras que podrían considerarse tabú.
La trama es muy sensual y da varias opciones al lector desde el punto de vista erótico, pues ofrece optar por todo el rango posible, desde el más romántico al más crudo. Sin embargo, si nos inclinamos por el más crudo, siempre ocurre algo que desvía la trama, lo que nos da la sensación de que las autoras se frenaron un poco ante lo “políticamete correcto” que les debió marcar el mercado editorial. Sin embargo, un aval del fulminante éxito del libro es que, en la segunda parte (“Una chica asiste a una boda”) no hay ningún miedo al uso del erotismo más salvaje ni del planteamiento de opciones menos mojigatas, siendo más atrevida que la primera parte.
Hay dos recursos que me gustaron y querría señalar. Uno, entroncando con lo que digo de la forma “realista” de la narración, es el uso de mensajes SMS en la obra, redactados como se redactan los SMS, con sus emoticonos, lenguaje y extensión real. Eso es saber escribir algo al día y llegar al público. El otro es el empleo de iconos a la hora de tomar las decisiones, iconos sencillos que resumen la elección que te están dando (un camarero, unas bragas, un ejecutivo tachado, una casa, una taza de café). Esto me parece muy acorde a los tiempos que vivimos de informática de “ver y tocar”, donde nuestros dispositivos se basan principalmente en iconos muy claros de entender que, pulsándolos, ejecutan lo que queremos. De nuevo, los editores de Urano han sabido dar ese aire fresco a la obra que comenté que ya hicieron con la portada. Hay también algunas ilustraciones, sencillas siluetas que recuerdan a cliparts en blanco y negro, generalmente para cubrir espacios blancos al final de páginas y que van muy acorde con la estética general del librojuego.
La editorial apostó por un diseño fresco que recuerda a las tendencias del diseño digital
Solo me queda hablar de los finales. En la primera parte, la ambientada en un bar, apenas encontré dos, ambos buenos. Tal y como dije, su éxito llevó a las autoras a atreverse más en la segunda parte, en la que encontré hasta 13 finales (tiernso, pícaros, homosexuales, buenos, divertidos, horriblemente malos y románticos). Además, en esta segunda parte las escenas son más tórridas y largas en contenido. Este rango de finales ya lo había empleado Erotic Appetite en sus obras y resultó ser un acierto. Quizá los editores deberían señalarlo como reclamo en la contraportada.
Poco más puedo decir. Agradecer enormemente a Urano el envío de los ejemplares de cortesía que me han permitido valorar estas obras y recomendar este libro a los amantes de la literatura romántica.
Como librojuego no dispone de una excepcional jugabilidad pero sí de la suficiente como para no interrumpir la trama ni la tensión de una novela erótica y, además, dotarla de elementos electivos que hacen que uno sienta como más propia la historia que está leyendo. En ese aspecto, por tanto, creo que está equilibrado.
Le damos la enhorabuena a la editorial y confiamos que estos primeros pasos sean la primera piedra para que los librojuegos se queden también como una opción más en la literatura de este estilo.