Recientemente comentábamos el librojuego «Mundo Arcano«, de la editorial SM y escrito por Heinz Delam. Este autor, célebre por sus obras como «La maldición del brujo-leopardo», «El Abismo del Diablo», «La selva prohibida», «Las puertas de Ácronos», «La noche de las hienas» o «El santuario del pájaro elefante» ha sido muy amable al contestarnos a una serie de preguntas.
Os dejo con él para que las disfrutéis…
– Preséntate a ti mismo. ¿Quién eres? ¿Qué experiencia tienes escribiendo? ¿Y premios?
Me gusta definirme como un simple viajero, un nómada que lleva mucho camino a sus espaldas; unas veces transitando por distintos lugares del planeta y otras recorriendo mundos imaginarios a través de las páginas de un libro.
Siempre me ha gustado escribir. Hace poco mi madre me enseñó una novelita que escribí con apenas nueve años, de la que ya ni me acordaba. Pero no me lo tomé en serio hasta 1995, cuando publiqué mi primera novela titulada «La maldición del brujo-leopardo», basada en mis experiencias con brujos africanos durante los años que pasé en las selvas del Congo.
Y el mejor premio que he ganado hasta ahora es que todavía se siga leyendo esa primera novela, que ya va por su 23ª edición, veinte años después de su publicación.
– ¿Cómo surgió el proyecto de «Mundo Arcano»?
Yo había empezado a escribir una historia ambientada entre dos mundos, el real y el que comparten los jugadores de un novedoso juego online. Coincidió en el tiempo con una propuesta que me hicieron desde la editorial SM y que parecía hecha a la medida de mi proyecto: me hablaron de una colección nueva de librojuegos que se llamaría «Laberintro» y que tendría el aliciente añadido de incluir contenidos interactivos en Internet. Acepté con entusiasmo y me puse manos a la obra, pues ya habían caído varios librojuegos en mis manos y me gustaba mucho el concepto.
– ¿Tienes otros proyectos del estilo en curso?
Tenía intención de prolongar «Mundo Arcano» con una o varias secuelas, pero me vi obligado a aparcarlo y desde entonces no he vuelto a meterme en un proyecto similar. Pero no ha sido por falta de ganas, sino de interés por parte de las editoriales con las que trabajo. Ahora, con el resurgir del librojuego, ¿quién sabe?
– ¿Te resulta muy complicado escribirlos? ¿Tienes alguna técnica o programa especiales que te ayuden? ¿Partes de un esquema en la cabeza o te dejas llevar por el desarrollo de tu creatividad? ¿De día, de noche, con método, por impulso…?
Escribir un librojuego decente es laborioso. La dificultad depende de muchas cosas, como la complejidad del argumento literario, la estructura de la parte juego, las claves o puzzles si los hay, etc. Pero en esencia sigo la misma técnica que para escribir una novela convencional, que consiste en intentar contar una buena historia. Opino que un guión bien elaborado es la clave tanto para una novela como una película, un videojuego o un juego de mesa. El resto es cuestión de trabajar y cuidar los detalles. Y prefiero trabajar de noche, a ser posible con música, algo de método y mucho impulso…
– ¿En quién o qué te basas para inspirar tus tramas?
Depende de las circunstancias. Vivimos rodeados de muchas fuentes de inspiración, pero lo difícil es saber reconocer la idea que nos hace falta entre tanta información. Yo intento aprovechar cualquier cosa, como mis recuerdos de viajes o incluso mis sueños. Luego hay que sentarse a trabajar para convertirlo el algo sólido.
– ¿Cuál es tu concepción de lo que debe ser un librojuego?
Para mí el librojuego ideal debería tener lo mejor de cada familia: ser un buen juego y un buen libro, todo a la vez pero bien integrado. Dicho en otras palabras, una historia interesante en la que el lector-jugador pueda participar de manera interactiva y disfrutar a tope. Parece fácil, pero no lo es.
– Dinos, ¿tienes una temática favorita? ¿Por qué?
Más que una temática concreta, lo que me gusta son las historias con una mezcla bien dosificada de misterio y aventura. Confieso que siento debilidad por la fantasía, en cualquiera de sus variantes, porque contar una historia realista, con problemas cotidianos similares a lo que vemos cada día en el telediario, me parece un insulto a ese don maravilloso del ser humano llamado imaginación.
– ¿Buscas transmitir algún valor en tus obras o plantear preguntas al lector? ¿Impresiones que aprendiste de tu experiencia africana, tal vez?
Transmitir valores no es mi objetivo, aunque a veces aprovecho la escritura para introducir ideas o planteamientos que considero interesante compartir. Y es cierto que algunos de esos conceptos los aprendí en África, donde me tocó vivir experiencias que cambiaron mi vida. También he aprendido mucho leyendo a otros autores, pues el que escribe siempre vuelca algo de sí mismo en sus obras, ya sea de forma consciente o inconsciente.
– ¿Crees que a los jóvenes de hoy en día les interesa la lectura?
Está de moda quejarse de lo poco que leen los jóvenes, pero eso no es del todo cierto. Me consta que hay muchos buenos lectores entre los jóvenes, quizá más que en otras épocas. Lo que ocurre es que la forma de leer ha cambiado.
Para mí el librojuego ideal debería tener lo mejor de cada familia: ser un buen juego y un buen libro, todo a la vez pero bien integrado.
– Al fin y al cabo, tienen videojuegos muy elaborados… ¿Qué les dirías para suscitarles interés?
La lectura es como el deporte: si no lo has practicado nunca, te cansa y te aburre. Pero cuando la descubres, tu vida cambia para siempre. Para mí, la ventaja de un libro (o un librojuego) frente a una película o un videojuego está en el papel… de la imaginación. En el proceso de lectura se pone en marcha ese prodigioso mecanismo interior, y cuando la imagen, el sonido y los efectos especiales los ponemos nosotros mismos, la experiencia es mucho más profunda y personal que cuando nos lo sirven precocinado en una pantalla. Como ya dije en una ocasión, podemos comparar el libro con un guión que convierte al lector en director, actor, iluminador, cámara y hasta creador de efectos especiales. El resultado final le pertenece, porque es una versión muy personal de la obra que ninguna película rodada por otros podrá superar.
– Si de pequeño te gustaban los librojuegos, ¿cuál era tu título o colección favorita? ¿Por qué?
Por desgracia no tuve ocasión de descubrir lo que es un librojuego hasta varios años después de volver de África. Y, naturalmente, empecé por ETPA. Sin embargo, en los años 80 tuve un ordenador Apple II (de cuando los señores Jobs y Wozniak iniciaban su famoso negocio) y disfruté mucho con algunas de aquellas primeras aventuras de texto de Infocom y otros (Transylvania, Zork, A Mind Forever Voyaging, Mistery House, Wizardry etc.) que, a pesar de ser juegos de ordenador, se parecían mucho a un librojuego: casi todo era texto y cada poco tiempo había que tomar una decisión cuyas consecuencias eran impredecibles.
– Dicen que hay un resurgir de los librojuegos. ¿Crees que estamos asistiendo a un momento donde los lectores quieren interactividad?
Desde luego. Los ordenadores y los dispositivos móviles nos han acostumbrado a interaccionar constantemente con todo lo que hacemos, de modo que parece lógico que le pidamos al libro de toda la vida que también nos deje participar de manera activa en la historia que nos está contando.
– Si uno busca “gamebooks” en Google se queda asombrado de la importancia que tienen en el mundo anglosajón. ¿Por qué crees que no ha sido así en el mundo latino? ¿Quizá están mal orientados? ¿Y en otras culturas, como la germana o francesa, también son relevantes?
Creo que llevamos retraso por culpa del mercado editorial, que en nuestro país ha tardado mucho en adaptarse a ciertas cosas. No hay más que ver lo que ocurre con la literatura fantástica, que casi toda es de importación. ¿Acaso no hay escritores españoles de fantasía? Pues claro que los hay (y muy buenos), lo que ocurre es que hasta hace poco era casi imposible publicar algo de temática fantástica sin que nos lo encasillaran en la literatura infantil o, como mucho, juvenil. Pero confío en que la hora de cambiar eso llegue pronto. Tal vez ya esté ocurriendo.
– Muchas gracias por tu tiempo y colaboración, Heinz. Seguiremos de cerca tus avances literarios.
Gracias a vosotros por vuestro interés. Os deseo a todos muy felices juegolecturas.
Interesante entrevista, me gusta lo que dice este hombre y como lo dice. ¿Y se ha pasado años en las selvas del congo y además escribe librojuegos…? Un tipo singular, sin duda.
Es encantador, un caballero como la copa de un pino. Y sí, tuvo una vida interesante. Además se nota que es culto, ¿verdad? Solo encontramos sorpresas gratas entre los escritores de librojuegos…