Muchas veces hemos insistido en la necesidad de dotar a los librojuegos de conocimientos más teóricos que nos ayuden a configurar mejor este tipo de género literario.
Buceando por la red he descubierto un interesante estudio de José Luis Orihuela Colliva (Universidad de Navarra) en el cual analiza la figura del narrador en la ficción interactiva, centrándose en la novela hipermedia “Califa” de M.D. Coverley y también “El jardín de los senderos que se bifurcan” de Borges.
Comienza así:
«… yo me había preguntado de qué manera un libro puede ser infinito. No conjeturé otro procedimiento que el de un volumen cíclico, circular. Un volumen cuya última página fuera idéntica a la primera, con posibilidad de continuar indefinidamente. […] En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts’ui Pên, opta -simultáneamente- por todas. Crea, así, diversos porvenires, diversos tiempos, que también proliferan y se bifurcan. De ahí las contradicciones de la novela». |
Jorge Luis Borges. El jardín de los senderos que se bifurcan (1941) |
El estudio del perfil y las funciones del narrador en ficción interactiva plantea de entrada la necesidad de argumentar el propio carácter narrativo de tales ficciones, y la existencia del narrador. Desde allí, una buena parte de los conceptos sobre los que se articula la narratología exigen ser repensados, no tanto porque se cuestione su validez, sino más bien para extender su alcance. Así las viejas convenciones resultarán útiles para dar cuenta de los nuevos universos de ficción que emergen con las tecnologías digitales1.
La novela hipermedia Califia de M. D. Coverley ofrece, por su carácter innovador y experimental, un revelador caso de estudio por el modo en que resuelve algunos de los numerosos dilemas a los que se enfrentan hoy tanto los escritores como los lectores de hipertextos narrativos. Objeto ya de varias investigaciones académicas, Califia representa…
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