TITULO: Tria la teva crisi (Elige tu crisis)

COLECCIÓN: Astrakan

NÚMERO: No consta

AUTOR: Júlia Cot y Jordi López

ILUSTRADOR: Guillem Dols

EDITORIAL: Columna (Grup62)

AÑO: 2014

PÁGINAS: 220 (49 páginas jugables)

Recientemente descubrimos que la editorial Columna había publicado un libro con la estética y (aparentemente) formato de los antiguos “Elige tu propia aventura”. Tras ponernos en contacto con ellos, muy amablemente nos remitieron un ejemplar para poder reseñarlo. Como el libro está escrito en catalán, aprovechamos la circunstancia para enviárselo a nuestro seguidor Dan Solo y de esta forma ir animando a los componentes de nuestra comunidad a escribir reseñas y participar con nosotros de esta web.

Antes de dejaros con su análisis, os indicamos que la editorial Columna pertenece al Grup62, entidad que a su vez gestiona Planeta. Por lo tanto, hay que congratularse de ver cómo las editoriales grandes ya se van haciendo eco de este género literario que tanto defendemos. La presentación del libro está en Youtube (en catalán) para todo el que quiera disfrutarla. Personalmente me pareció un video muy original.

Y a continuación, la reseña de nuestro seguidor:

“Bien, por de pronto el libro está en catalán. Así que traduciré lo que vea necesario, a pesar de que algunos chistes dejen de hacer gracia.

Antes de comentar nada, hay que ver con quién tratamos. Según las solapas (viene encuadernado en rústica con las mencionadas solapas),

“Júlia Cot, junto con Jordi López, son dos guionistas especializados en humor. A lo largo de su carrera han coincidido en muchos proyectos televisivos y editoriales, incluso en uno matrimonial (el suyo). Son guionistas del Polònia y socios y cofundadores de la agencia de guiones 12 Monos. Se sospecha que han escrito este libro para evitar incomodidades de la vida conyugal como por ejemplo, hablarse por las tardes, visitar a los suegros o hacer el amor entre semana. Las ilustraciones van a cargo de Guillem Dols, otro de los 12 Monos. Es tan hábil con el Word como con las acuarelas, el problema es que utiliza el Word para dibujar y les acuarelas para escribir guiones. Se sospecha que los autores le pidieron hacer las ilustraciones para tener alguien más con quien hablar fuera del matrimonio, pero esto no esta demostrado.”

Para quien no lo sepa, el Polònia es un programa de TV3 de sátira política. Y cuyos guionistas, entre los que se encuentran los autores de este libro, deben fumar algo que sólo se encuentra en laboratorios militares clandestinos. Recientemente escribieron un gag en el que Wert (ataviado en plan Doctor Maligno) recibe una carta de rescate enviado por las Teresinas (protagonistas de una serie de TV3 sobre un trío de abuelas que se ganan el pan de la manera más absurda, escrita y protagonizada por La Cubana, ahí lo dejo) en la que amenazan a cargarse a Mini-Wert (¿no dije que Wert iba en plan Dr. Maligno?) si no se cumplen sus solicitudes. Así que imaginad el nivel.

Polònia es un programa de TV3 de sátira política entre cuyos guionistas se encuentran los autores de este libro

El ilustrador hace su trabajo de forma correcta, con un estilo faux-retro (ideal para convertirlo en animación en caso de que quieran pasarlo a tablets o smartphones, supongo) sin estridencias. Decora el texto, excepto en una sección que resume de golpe por qué estalló la crisis.

Bueno, empecemos a rajar. Por de pronto, el único del equipo que jamás tuvo un libro de este estilo en las manos fue el maquetador, porque en todas las paginas hay una cabecera con el número de página excepto en los inicios de sección, haciendo que tengas que mirar la página anterior o posterior para ver dónde estás. Incluso se da el caso de dos secciones seguidas sin número de página que echarse a la boca. Quizá por eso la jugabilidad se resienta un poco.

Y en cuanto al contenido… Reparten a manos llenas. No dejan ningún tema por tocar (no estudiar Humanidades que no da dinero, burbuja inmobiliaria, inflar C.V., emigrar, minijobs/becarios, autónomos, preferentes…), y de los 19 finales diferentes no hay ningún final “feliz”. Sólo hay “Que todo lo malo sea eso”, “más se perdió en la guerra de Cuba”, y “Sólo hace falta que me sodomice un caniche pasado de anfetas”. Como ejemplo del primero, tras pasar una temporada horrible en Alemania te haces el cantante de una banda Indie. En el segundo, por una lesión que decidiste ignorar con tal de seguir trabajando, te conviertes en un accesorio de baño humano. Y en el tercero, pues te devora la versión autóctona de Audrey (la de La pequeña tienda de los horrores).

Como son guionistas de lo que son, el estilo es humorístico-sarcástico-absurdo (como en la ilustración que muestra el diferente enfoque que tenemos si hablamos de inmigrantes o de emigrantes), pero no acaba de funcionar. Como ya comenté en otro sitio, no todo el humor funciona con todo el mundo. La pareja de escritores han intentado acercarse al estilo de Terry Pratchett (uso y abuso de pies de página incluido), sin provocar en mí más que una ligera sonrisa, aunque tienen un par de golpes que me hicieron que me riera de verdad.

En términos generales me resultó bastante descorazonadora, tal vez porque pasé por varias de las facetas que tratan, escogí ambas opciones que ofrecen en el juego y en ninguna salí bien (según mi inexistente criterio, aviso). Como me resultó bastante personal, no acabó de hacerme gracia. Y en las facetas que no viví, bueno, no estuvo mal del todo (lo de acabar siendo el Jorobado de la Sagrada Familia tiene su punto). Sin embargo creo que no acaban de ser justos completamente, porque cuando se te ofrece la opción de ser bueno/ético o ser malo/avaricioso, la segunda opción tiene más posibilidades de acaban menos mal que la primera.

Definitivamente, está destinado a la gente que vivió la época dorada de los libro-juegos y que sabe tomarse las cosas con filosofía y no personalmente (*suspiro*). Recomendable para jóvenes en edad escolar para asustarlos, y para cualquiera una vez pasada esta estaf… crisis, quise decir crisis”.

Como siempre hacemos al terminar estas reseñas, queremos darle muchas gracias a Dan Solo por su tiempo y a la editorial Columna por su amabilidad, y animar a cualquier autor a alimentar el género de librojuego con obras como esta.