“Ángeles caídos”

angelitos

TITULO: Ángeles Caídos
COLECCIÓN: SLANG
NÚMERO: (¿1?)
AUTOR: J. L. López Morales
ILUSTRADOR: Jaime García Mendoza
EDITORIAL: Nosolorol Ediciones
AÑO: 2007
SECCIONES: 350 (180 páginas jugables)

Voy a aprovechar esta reseña para hablar también de la editorial Nosolorol, pues se trata de una de las editoriales operativas en el mercado que más fuerte apuesta por este género que tanto nos gusta y considero importante mencionarla.

Como digo, Nosolorol (http://www.nosolorol.com) dispone de un amplio catálogo de librojuegos escritos por autores españoles y publica las sagas de “Leyenda Élfica” o “SLANG”, por poner dos ejemplos ampliamente conocidos. Una de sus principales políticas editoriales es regalar el libro en formato PDF cuando se ha adquirido en papel, detalle muy a tener en cuenta por los lectores que emplean dispositivos electrónicos. Además, algunos de los librojuegos (o como dicen los anglosajones, solo role playing, “partida de rol en solitario”) pueden descargarse de forma completamente gratuita. Podéis consultarlo en su web y animaros a leer alguno. Aprovecho para felicitar a esta editorial y el apoyo que da a autores españoles amantes de este tipo de literatura.

Adquirí recientemente “Ángeles caídos” y me puse a jugarlo con la intención de poder analizar el juego y hacer una reseña. Nosolorol se ha inclinado por una encuadernación de bolsillo, algo inferior a un DIN A5 en tamaño, en tapa blanda y blanco y negro, algo muy usual en el mundo librojueguero como ya hemos visto. Sin embargo, es de notar que ha dado una pincelada de estilo propio a la maquetación, pues dotó a estas publicaciones de una estética rolera. Como prueba de ello, podemos observar que guarda detalles tales como ilustrar los márgenes de las páginas, incluir tipografías muy concretas o decorar el libro con imágenes muy similares a la mayoría de los manuales de rol. Este tipo de detalles es muy importante, pues permiten a la editorial tener una estética propia que transmite su personalidad a los libros que publica, huyendo de los formatos y diseños estandarizados. Me gustan este tipo de iniciativas.

No debemos tampoco obviar el reducidísimo precio de sus librojuegos, aspecto que gustará a todo lector si lo comparamos con el grosor que suelen tener. Efectivamente, por menos de 10 euros nos encontraremos un libro razonablemente extenso con su versión en PDF de regalo, lo que supone una grata sorpresa en el mundo de precios en el que hoy en día se mueve todo. Sin embargo, el tamaño del ejemplar quizá pueda parecer un poco pequeño, pues al ser inferior a un A5 hubo que reducir un ápice el tamaño de la fuente tipográfica, cosa que no ayuda mucho a la lectura pero permite una transportabilidad más sencilla del libro, que puede llevarse casi a cualquier sitio sin que estorbe.

El precio de la colección es excelente si consideramos que, además, nos regalan su versión en PDF.

Es importante recordar en todo momento que este libro está escrito por J. L. Morales, autor de la saga de “Leyenda Élfica” (http://modelis.blogspot.com.es) y también de la serie “SLANG”. José Luis es uno de los autores españoles actuales más concienciado con los librojuegos y que más títulos ha aportado al género, logrando un número importante de seguidores. Esto es una garantía de calidad que notaremos en todo momento, pues algo que me llamó poderosamente la atención es la experiencia literaria del autor, que logra crear unos ambientes muy precisos de lo que quiere expresar gracias a una prosa depurada. Así, el librojuego gana en nivel literario y el lector disfruta de una mejor “puesta en escena” de la historia que se narra, metiéndose mucho en la aventura. Sin lugar a dudas, el libro está orientado a adultos, pues nuestro protagonista se moverá en escenarios sórdidos de prostitución, marginalidad, drogas y violencia. Aquí encontré otro acierto: el hecho de tener en mis manos un librojuego de temática realista y policial, ambientado hoy en día.

Como recordáis, Timun Mas ya había intentado con “Sherlock Holmes” la línea detectivesca de los librojuegos, situando sus casos en la Inglaterra victoriana. En este caso, el autor nos sumerge en un escenario de Los Ángeles de hoy en día (1996), en donde el protagonista (el lector) es un policía encargado de investigar el asesinato de una prostituta. Como ya dije, la ambientación es muy buena aunque a veces caiga demasiado en los tópicos (policía con problemas emocionales, desencantado…). Gracias a esto y al dinamismo que desprende, parece que estamos viendo una película o jugando a “Max Payne” (el videojuego de hace unos años en el que el protagonista es un detective moderno). Sin embargo, en estos casos siempre me hago la misma pregunta, ¿por qué tenemos que ambientar las historias en EEUU y poner nombres anglosajones a sus protagonistas? ¿Qué impediría situar la trama en el peor barrio madrileño?, ¿no haría todo esto que la historia se viese más “cercana”, máxime si está escrita por un autor español? En todo caso, ver una historia librojueguera que no sea de fantasía me parece algo digno de aplauso aunque solo sea por lo excepcional del caso.

Una de las ilustraciones interiores de separación de secciones

El libro comienza con una ficha de personaje que debemos configurar, una introducción en la que se narra un poco nuestra historia en términos generales, la ambientación en la que nos moveremos y el escenario en conjunto. A continuación, la clásica advertencia sobre qué es un librojuego y que ya deberíamos reivindicar como obligatoria a estas alturas (je, je).

Aquí hay algo que me sorprendió. Las instrucciones para jugar son muy roleras. Con esto quiero decir que son normas de juego elaboradísimas, con tablas de habilidades, de conocimientos, puntos “de drama”, chequeos y heridas. Esto me produce un sentimiento encontrado. Por una parte me gusta mucho la innovación en los librojuegos. Ya sabéis que siempre digo que a este género se le puede dar una vuelta más y llegar a los de IV Generación, crear un verdadero solo role playing. Por otro lado, no obstante, quizá estemos cayendo en reglas un poco complejas para lo que son los librojuegos en sí. Por ejemplo, en este caso en concreto ¿qué sentido tiene usar dos dados de diferente color? Es un acierto que los dados sean de 6 caras, pues eso los hace más fáciles de conseguir pero ¿qué problema tendría usar dos veces el mismo dado, teniendo claro la finalidad de cada una de las tiradas? El peligro del exceso de características y tablas es caer en unos cálculos demasiado elaborados que le resten dinamismo al librojuego. Por fortuna, en este libro la calidad literaria del autor permite la suficiente agilidad en el sistema de juego gracias a sus múltiples diálogos (de lo más naturales, dicho sea de paso) y la sucesión de escenas que se consigue con secciones cortas. Como suelo decir muchas veces, el librojuego es pariente del rol, pero tiene entidad propia, como la tabla de surf y el paipo. Eso implica normas de juego, desarrollos y sistemas parecidos pero sustancialmente diferenciados.

Para acabar con el comentario sobre las instrucciones del juego, debo decir que me pareció muy acertado incluir números al azar en diversas páginas para permitir jugar a aquellos que no dispongan de dados a mano, pero me desorientó un poco el cálculo que hay que hacer de tiradas positivas y negativas cuando considero mucho más sencillo simplificarlo en algo como “resta la cantidad obtenida a la obtenida en la tirada anterior”.

La estructura del librojuego se articula en secciones y no en páginas, aunque estas están numeradas también. El sistema de secciones, como sabemos, agiliza mucho el juego y permite una historia más larga. En este caso se emplean secciones cortas, de transición, que compaginan bien con alguna más larga y descriptiva en los momentos clave. Personalmente he visto alguna incoherencia muy pequeña en la trama (en algún salto de sección que hice) y que rompía la lógica del argumento, pero este tipo de cosas son muy habituales y suelen solucionarse en segundas ediciones.

Como señalé, la maquetación trata de ser muy visual, marcando claramente cada sección con números grandes y de tipografía muy bien adaptada. Hay un pequeño desliz, y es el uso de guiones cortos en los diálogos en lugar de los largos, pero el lector medio no apreciará matices tan pequeños, por lo que no lo considero relevante. Para dotar de fuerza gráfica al librojuego, Nosolorol ha incluido algunas ilustraciones a página completa y varias para separar las secciones. Esto es un acierto estupendo, pues permite que el lector tenga más sensación de dinamismo, de impacto visual y le facilita entrar en el ambiente que se recrea con la historia. El arte de Jaime García Mendoza ha apostado por una estética de fanzine, en blanco y negro, simulando un trazo basto como hacían las revistas pulp antiguas. Quizá peque un poco de recargar los negros y evitar los tonos medios, “manchando” demasiado ciertas imágenes (sobre todo las pequeñas), pero si lo que se busca es emular las imágenes que se hacían en las antiguas fotocopiadoras o rotativas entonces el estilo es el acertado, principalmente porque la mayoría de las ilustraciones son de elementos referidos al crimen (balas, cintas de “no pasar” de la policía, etc…).

Ilustración de Jaime García Mendoza
Ilustración de Jaime García Mendoza

La trama del librojuego ya la he sugerido. El protagonista (tú) es un policía con un trabajo, vida y trasfondo determinados que debe resolver el asesinato de una prostituta asiática. A lo largo de nuestra aventura tendremos que sortear varios bucles en los que nos mete el autor pero que siempre tienen una salida que nos lleva a otro bucle del que, a su vez, se sale en linea recta. Para que os hagáis una idea, la línea de juego sería una serie de espirales unidas entre ellas por una línea recta. Sorteadas todas las espirales, se llegaría a la correcta resolución del caso. Esta trama engancha mucho pues nos anima a ir resolviendo las distintas “etapas” del caso, ayudados por una técnica más que excelente en la elaboración de librojuegos detectivescos: las pistas. Efectivamente, cada vez que hallamos una pista debemos anotar una palabra en nuestra hoja de personaje (“calvo”, “chica”, etc…). En determinados nudos de la investigación se nos preguntará si disponemos de tal o cual palabra, hecho que nos permitirá avanzar en nuestra investigación. Este sistema me ha gustado mucho, aunque lo conocía, y creo que es óptimo de cara al jugador, pues simula razonablemente bien la realidad detectivesca. Además, una ambientación oscura como la de este juego favorece mucho el clima de parecer encontrarse ante un “asunto turbio” de pistas esquivas y situaciones “sucias” y confusas.

Hay un punto, sin embargo, que no comprendí bien en este librojuego. En todo momento, el autor habla por momentos en primera persona y otros, en tercera. En la mayoría de las secciones escribe cosas como “No alcanzo al guardia, que alza su arma…” pero nos encontramos luego con corolarios como “Réstate X puntos de lo que sea”. Esta combinación de la primera y tercera personas crea una sensación al lector de desapego, desde mi punto de vista. Si el protagonista habla en primera persona, ¿por qué debo ser yo quien se reste un punto de vida y no debe serlo el protagonista de la aventura? Efectivamente, esto es coherente con el trasfondo muy marcado que tiene el protagonista del libro, pero distancia al lector que no acaba de vivir al 100% “su propia aventura”. Es, no obstante, una técnica que voluntariamente muchos autores han empleado y no un error de estilo como pudiera inferirse.

Para terminar, comentaré que el libro presenta varios finales. Su número no es excesivo pero tiene el fabuloso acierto de que podrían catalogarse como óptimos, malos y pésimos. No por su calidad, obviamente, sino por la resolución de la aventura. No solo son muy coherentes con la historia sino que además animan a que juguemos otras partidas, pues unas veces podemos morir y otras acabar la aventura vivos pero con un mal sabor de boca. Fiel a los librojuegos modernos, nuestro personaje también puede fallecer por el agotamiento de todos sus puntos de vida.

Resumiendo: a salvo de ciertas pinceladas que podrían darse para pulir pequeñas incoherencias y deslices, este librojuego es muy ameno, original y bien presentado. Hará las delicias de los jugadores, que podrán disfrutar de una historia realista, sucia y difícil que pondrá a prueba sus dotes intelectuales y capacidad de gestión de habilidades de su personaje.

Y lo mejor de todo es que este librojuego es real: hay pistas, muertos, droga y situaciones complicadas. En “Ángeles Caídos” la única magia es la que proyectan las luces de neón del peor barrio de Los Ángeles en un tórrido verano.

Esta entrada tiene 3 comentarios

  1. JLLMorales

    Muchas gracias por esta estupenda reseña, y espero que disfrutases del librojuego. Simplemente, por si no lo conocéis, este librojuego está basado en un juego de rol de Nosolorol, que se llama sLAng, y que acontece en Los Ángeles… es por eso que esa ciudad es el escenario y los protagonistas son de allí. No hay nada más.
    También, el sistema de dos dados de 6, uno positivo y otro negativo, es el sistema de este juego de rol, y al ser un librojuego basado en ese juego decidimos mantenerlo, algo más simplificado eso sí. Siento si ambas cosas no te han parecido acertadas, pero estas eran las razones.
    Por lo demás, sólo animarte a que le des una oportunidad a “Cuando vengan a por mí”, el siguiente librojuego de esta serie, aunque son independiente entre si, y del que estoy especialmente contento de cómo quedo. Una vez más, muchas gracias por haceros eco de los librojuegos.

    1. Jaco

      ¡Hola José Luis!
      Siempre busco decir claramente lo que pienso en las reseñas sin ser destructivo. Únicamente son opiniones mías que no tienen por qué ser compartidas por otras personas que lean el mismo librojuego. Créeme que no me gusta criticar, más bien “sugiero” o pongo un punto de atención en algo que quizá podría verse de otra manera. Si mi comentario te ha ofendido te pido de corazón que no lo interpretes así. Al fin y al cabo yo no soy maestro de nada y el número de librojuegos que tienes publicados avala suficientemente tu autoridad.
      Ahora que explicas el motivo del sistema, la gente podrá contrastar el porqué de las cosas y verlo de otro modo, valorándolo por sí mismos. Gracias por esta aportación, las valoro mucho, en serio. Sin embargo, personalmente (como señalé) veo el rol y los librojuegos como géneros primos pero no hermanos, y considero necesario adaptar ciertas normas entre uno y el otro para hacer que las dinámicas de juego encajen mejor.
      Tengo pendiente la reseña de otros libros tuyos (el que comentas y “Leyenda Élfica”) que haré más adelante.
      Una vez más, gracias por comentar. Es muy positivo ver cómo participáis de esto. Me aburro un poco escuchándome solo a mí mismo jajaja
      ¡Y por supuesto que cualquiera de vosotros puede hacer una reseña de un libro! Se la publicaremos sin problema en la web.
      ¿Aceptas el guante y reseñas alguno en el que yo participase como autor? :o)

      1. Fer

        Dudo mucho que José Luis se haya sentido ofendido por nada, Jaco. Primero, ninguna obra es perfecta (y un librojuego menos; la complicación a la hora de elaborarlo es algo que pasan por alto bastantes lectores) y segundo, toda crítica es una mera opinión. La tuya es rica y constructiva. Yo he leído Ángeles Caídos (y Cuando vengan a por mí, ya que estamos) y opino que los puntos positivos superan de forma avasalladora a los negativos. Eso es lo importante. Un lector de LJ no busca la excelencia, sino la diversión y el reto. En ese sentido, la obra de José Luis es más que notable. La experiencia es un grado.
        Yo también soy de los que piensa que el rol y los librojuegos son primos cercanos pero no hermanos, lo cual no quita para que un sistema algo más elaborado de lo habitual pueda funcionar bien en un LJ, como en Ángeles Caídos. El riesgo con meter muchas habilidades es que a veces algunas de ellas resultan prácticamente inútiles, pues un librojuego tiene secciones limitadas y es complicado dar a todas las habilidades la atención que merecen. También depende de hasta qué punto esto te resulte relevante, tanto como autor como si eres lector.
        En resumen, muy recomendable la saga Slang. Ya lo creo.
        Por cierto, para los que no lo sepan todavía, tendremos a José Luis a nuestro lado como coautor en la segunda entrega de Expediente Z, tras Infección. Pero aún queda un tiempo para que eso llegue.
        Abrazos.

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