Sí, se puede

Sí, se puede. Aunque ya no nos encontremos en los 80 o principios de los 90, aunque los librojuegos no solo hayan dejado de estar “de moda” sino que sean desconocidos por gran parte de las nuevas generaciones, sí, se puede vender más de mil ejemplares en apenas seis meses. Prueba de ello es “Bajo el Lago Ness”, de nuestro compañero Jacobo Feijóo, al que damos la enhorabuena por su pequeña gran gesta.

Es de justicia reconocer la labor que está llevando a cabo la Editorial Hidra en nuestro país con el público infantojuvenil. A nadie se le escapa que, mediante varias colecciones pero sobre todo con “Tú decides la Aventura”, Hidra se ha convertido, y con éxito, en la heredera (en este campo) de Timun Mas. Recogiendo el testigo de esos libritos rojos que todos conocemos, los “Elige tu propia aventura” o ETPA , sus obras de elección múltiple están poco a poco asentándose entre los chicos y chicas de la actualidad. El tiempo dirá si esos mimbres fructifican en el que debería ser, como fue para muchos de nosotros, el siguiente paso en su evolución como lectores (los librojuegos con sistema más o menos avanzado), o se queda en mera anécdota preadolescente.

Comenzaba este pequeño artículo con un “Sí, se puede”, a modo de felicitación para nuestro querido Jaco y con objeto de animar tanto a simpatizantes del género como a sus autores, mas no debemos engañarnos: los números de Hidra, si bien alentadores, distan de las ventas masivas de antaño y juega, además, en terreno hasta cierto punto abonado; es una editorial de tamaño medio que triunfa con niños. Hoy por hoy, por desgracia, en España no existe el análogo juvenil/adulto (o adulto directamente) a las míticas Altea, Arín o a la propia Timun Mas. El estandarte de estos librojuegos, de calidad igual y con frecuencia superior a los del siglo pasado, viene portado por editoriales más humildes que Hidra, luchando por mantenerse a golpes de small press, como Saco de Huesos, Suseya, Gorgona Pulp, la extinta Mundos Épicos… o incursiones esporádicas de nuestros amigos de Nosolorol. Lo que les falta en potencia, les sobra en dignidad y buen hacer.

Esto no debe amilanarnos. El resurgir de los librojuegos es real, y por mi parte estaría mucho más preocupado si el nuevo material fuese malo además de escaso. Salvo excepciones, que siempre las hay, no es así. Hay ilusión, una cantera de buenos autores. y, desde luego, un puñado de aficionados estupendos. Quizá las ventas, incluso de los ejemplares más exitosos, queden aún algo lejos de sus equivalentes infantiles; no obstante, el panorama va eclosionando de nuevo tanto en papel como en formato digital (El destino de Ámbar, Rollpath…). Mientras haya apoyo, mientras los lectores sigan deseando soñar y vivir aventuras con su imaginación, habrá librojuegos, habrá comunidad y habrá Dédalo.

No lo dudéis: poned un librojuego en vuestras vidas. No os arrepentiréis.

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Jacobo Feijoo

    ¡Gracias por la reseña! Me pongo rojo con tanto piropo.
    Y gracias a Hidra por esta apuesta que lleva tanto tiempo haciendo.

    Con esfuerzo, querer es poder.

  2. Enrike

    Me uno a las felicitación. Estoy convencido de que los librojuegos triunfarán de nuevo. 😉

  3. Hace poco Archi nos comentaba su gráfico que demostraba el resurgir de los librojuegos teniendo en cuenta el número de títulos publicados. Ahora leemos una buena noticia en cuanto a cifras de ventas. A los que nos gusta el género, nos alegra enormemente que los librojuegos vuelvan a ganar terreno. Por eso me gustan el “sí se puede” y la última frase de este artículo: “poned un librojuego en vuestras vidas. No os arrepentiréis”.

    Pero iría un poquito más allá.

    Yo diría también: “poned un librojuego en las vidas de los demás”. Regalemos ficción interactiva. A fin de cuentas, los que éramos niños en los años ochenta y disfrutamos con los primeros librojuegos ahora somos mamás, papás, tíos, tías, o nuestros amigos son papás. ¿Y acaso no queremos que estos niños de hoy sean tan felices como lo fuimos nosotros con aquellos “libros rojos” en las manos? Y más aún. Hoy tenemos algo que no teníamos en los ochenta (y no me refiero solo a dinero que dé para algo más que para unas chucherías), y es ficción interactiva para adultos. Así que también podemos regalarlos a gente de nuestra edad.

  4. Fer Lafuente

    ¡Bien dicho, Joseto!

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